De la Redacción
En una entrevista con Mario Delgado, dirigente nacional de MORENA, el periodista Carlos Marín, un furibundo y desinformado crítico del presidente López Obrador, confesó que allá por la década de los setenta del siglo pasado estuvo a punto de incorporarse a las guerrillas urbanas, para luchar por la vía armada para derrocar al gobierno del PRI.
Su caso es uno entre muchos de personajes que se sintieron de izquierda, pero terminaron bien plantados en la derecha, y mejoraron mucho sus condiciones económicas con su nueva posición ideológica. Delgado dejó pasar la oportunidad de preguntarle qué le pasó, por qué cambio su vocación guerrillera por el derechismo, casi ultraderechismo.
En su momento, hace no mucho, Carlos Marín defendió a capa y espada la permanencia de la Policía Federal. Sostenía que era “la mejor del mundo” y todavía meses antes de la captura de Genero García Luna, quien fue secretario de Seguridad, dijo en su programa de noticias que se trataba del “mejor policía del mundo”.
Además del cambio radical de ideología, en el caso de García Luna pasó de conectado e informado por sus fuentes a manipulado y desinformado por las mismas, porque su “mejor Policía del mundo” estaba al servicio de la delincuencia organizada en materia de narcotráfico, y ya está preso en Estados Unidos. Eso no la sabía quien se considera muy bien informado, ni se lo indicó su olfato noticioso.