*Urge revisar calidad, funcionamiento y reglamentos del futbol mexicanos.
De la redacción
El actual torneo de futbol de la Liga MX está llegando a su final. No se sabe aún qué equipo lo ganará, pero independientemente de quien resulte campeón, es posible sostener que se trata de una de las más malas competencias en este deporte desde hace tiempo.
Una reflexión severamente autocrítica concluiría inevitablemente de que el campeonato de la antes llamada primera división del futbol mexicano, no está a la altura del país, de lo cual hay muchas pruebas.
En el plano internacional y regional del continente americano, la selección mexicana ya no es la hegemónica, como lo fue en el pasado, cuando de antemano se sabía los torneos eliminatorios de la CONCACAF para ir a los mundiales serían ganados sin problemas por el representativo nacional.
En la eliminatoria que terminó este año hubo un momento cuando se temió por el riesgo de que no alcanza la calificación directa, a pesar de que la zona tiene tres lugares en los mundiales, más otro disputado en repechaje.
Se calificó, pero con triunfos en partidos mal jugados, sin el dominio absoluto sobre los rivales, como ocurría otros tiempos, lo cual debe mover a la reflexión y análisis del estado del actual futbol mexicano.
El mismo torneo regional de clubes, antes casi escriturado a favor de los equipos mexicanos, con frecuencia los ganan equipos de otros países, especialmente de Estados Unidos, prueba de que el balompié nacional anda mal.
