*Algunos registran la retina, las características faciales y las huellas dactilares.
GABRIEL L. VILLALTA
Sin que autoridad competente en materia de protección de datos personales intervenga o se preocupe, los bancos del país, en abrumadora mayoría, extranjeros, concentran datos delicados, biométricos y personales de sus clientes, incluyendo características no exigidas ni proporcionadas a las instituciones públicas cuando se realizan trámites.
Las inconformidades de los clientes son numerosas, pero nada pueden hacer para evitar la entrega de datos personales excesivos, aun en operaciones de poco monto o cuando se trata del ahorro del cuentahabiente.
Instituciones bancarias llegan a exigir que los clientes permitan el reconocimiento retinal y que les hagan un escaneo facial completo, además de las huellas dactilares, almacenadas por los bancos, datos de los cuales se ignora el uso que les dan las instituciones ni las medidas para su resguardo ni las obligaciones y responsabilidades sobre los mismos.
Un usuario y ahorrador informó a “El Espectador” que para retirar una modesta suma de apenas 10 mil pesos una sucursal de Citibanamex lo hicieron entregar identificaciones y adicionalmente le tomaron las huellas dactilares, a pesar de mostrar la identificación oficial con unos dos años acreditada y avalada por el propio banco.
Por si fuera poco, lo obligaron a firmar un documento en los que autorizaba al banco a investigarlo, como si se tratara de retirar millones de pesos o de cobrar transferencias en dólares de instituciones bancarias extranjeras.
El irritado cliente añadió que quien lo atendió en el citado banco le advirtió que si no firmaba el documento, no podrían autorizar que retirara su dinero, que necesitaba en esos momentos y superaba el tope máximo que podía sacar de los cajeros.
“Consideré excesivo que después de acreditar mi identidad y de darle a conocer la contraseña de mi cuenta bancaria y de que me obligaron a firmar el documento, no quisieran darme copia de lo que firmé”, criticó el entrevistado.
No obstante, pude fotografiar el texto, en un descuido del ejecutivo bancario, de lo cual entregó copia a “El Espectador”.
En lo firmado, y de lo que oficialmente no quisieron darle copia, pero el afectado la sacó casi en forma clandestina, se comprometió en los siguientes términos: “Manifiesto que lo datos asentados en la presente son correctos y autorizo al Banco Nacional de México S. A., integrante del Grupo Financiero Citibanamex, a realizar investigaciones y las acciones que considere necesarias, a efecto de comprobar a través de cualquier tercero, dependencia o autoridad, la veracidad de dichos datos de la información biométrica de mi persona que le he proporcionado”.
