*Los últimos encuentros, vergonzosos para el seleccionado nacional.
De la Redacción
La selección mexicana de fútbol mostró muchas carencias en su juego colectivo e individual de sus jugadores frente a Uruguay y Ecuador, lo cual no augura buen desempeño en el mundial de Qatar; sobre todo, porque quedan pocos meses para poder corregir las fragilidades del equipo.
Desde hace tiempo viene jugando mal y con la derrota ante Uruguay por tres goles a cero, y el empate con Ecuador sin un solo tanto en el partido, las críticas contra el técnico Gerardo Martino son despiadadas. No se le puede, ni debe aplaudir, pero resulta excesivo culparlo sólo a él, y no a los jugadores e incluso a los directivos y a los intereses mercantiles que influyen en las decisiones técnicas de la selección.
En lo deportivo el problema consiste en que varios integrantes de la selección no tienen calidad para participar en una competencia mundial del deporte, que presenta grandes exigencias. No crecieron futbolísticamente lo que de ello se esperaba y ya no lo harán en los pocos meses que faltan para el Mundial.
Otros más, con gran experiencia por haber jugado en importantes ligas del fútbol europeo, ya vieron pasar sus mejores días y no pueden rendir como se requiere en un mundial, pero lo más necesario es que adquieran y dominen un sistema de juego, y que el técnico aproveche las cualidades de cada seleccionados.
Esto último sí se podría conseguir en los meses que faltan para la justa mundialistas de Qatar; no obstante, es indispensable que decisiones sobre quiénes integran el plantel recaigan exclusivamente en el director técnico, y que los jugadores lo tengan claro, de otro modo no se logrará.
