*Marko Cortés, Alejandro Cárdenas y Jesús Zambrano, en “autoengaño electoral”.
De la redacción
En forma sorpresiva, los dirigentes de los partidos de la coalición “Va por México”, Marko Cortés, del PAN; Alejandro Moreno, del PRI y Jesús Zambrano, de lo que queda del PRD, coinciden en insistir que fueron los vencedores en las elecciones de gobernadoras(es) del día 5 de este mes, en un autoengaño electoral grave.
Eufórico, el representante del panismo nacional difundió a los cuatro vientos y en cualquier medio que se le atravesó, que lo conseguido en las urnas es un paso importante de la alianza opositora hacia la reconquista de la presidencia de la República en el 2024, y que los resultados son una dolorosa derrota directa al presidente Andrés Manuel López Obrador y su cuarta transformación.
El PAN conservó Aguascalientes y dejó Durango en manos de un priista; es decir, perdió ese estado sin defenderlo, al cederlo al tricolor, su adversario ideológico histórico. El panismo se fundó para combatir y estar oponerse a los gobiernos del PRI y combatir la expropiación petrolera del gobierno de Lázaro Cárdenas.
Compartieron el entusiasmo los dirigentes del PRI y el PRD, en una posición que algunos de los analistas más lúcidos y calificados del país denominan “negación patológica electoral” y que, según comentaron, explica el declive de esas organizaciones políticas.
CONSIDERAN TRIUNFO PERDER 4 ESTADOS.
Los dirigentes de las organizaciones políticas integrantes de la alianza “Va por México” olvidan que los seis estados que eligieron gobernantes estaban en su poder, y perder cuatro es un pésimo resultado.
Esas cuatro victorias de Morena y sus aliados son un avance importante para la cuarta transformación, porque controlará con sus autoridades locales territorios que no tenía, y sólo con “autoengaño” pueden sostener que representó un gran triunfo para la oposición al presidente López Obrador.
Morena y los partidos de su coalición eran opositores en Quinta Roo, Oaxaca, Hidalgo y Tamaulipas. Ahora serán gobierno y tendrán como opositores a quienes aseguran haber sido los grandes vencedores tras haber perdido la titularidad de los ejecutivos en esas cuatro entidades federativas: autoengaño, negación patológica, surrealismo puro.