1-La renuncia de Ernesto Nemer Álvarez a la Secretaría General de Gobierno debilitó las posibilidades de éste de ser candidato por el PRI a la gubernatura el próximo año. Y no porque haya perdido las condiciones que lo hacían el más idóneo para la postulación, sino que en el priismo nacional y estatal existe, tradicionalmente, un comportamiento convenenciero, que conduce a sus cuadros a respaldar las aspiraciones únicamente de quien están en una situación que les permite dar alguna recompensa por su apoyo.
2-Un político fuera de las estructuras de poder no puede hacer favores, por ello y si no es opositor, sino del partido en el poder, como lo es el PRI en el Estado de México, apoyarlo no despierta entusiasmo, porque sus correligionarios le ven pocas posibilidades de ganar una candidatura y una elección constitucional. En estas condiciones, el ex miembro del gabinete del gobernador Alfredo del Mazo quedó en desventaja.