De la Redacción
El poderoso y multimillonario mexiquense, cuyo nombre se omite para no exponerlo al escarnio público, se dirigió muy enojado a un alcalde de un municipio de la Zona Metropolitana de Toluca y le espetó: “quiero queme digas qué te he echo, en qué te he ofendido”.
Sorprendido, el gobernante municipal le contesta: “No, nada, ¿por qué dices eso?”. Más irritado contesta el influyente. “¿Se te hace poco el que me hayan notificado que pague mi predial”. Y le explicó al edil que durante años y aún con los cambios de color que hubo a él siempre le habían perdonado el pago del gravamen.
De ese tamaño es su sensibilidad y responsabilidad social, porque además, dinero le sobra y aunque su mansión paga o mejor dicho, debe pagar un alto impuesto predial, dinero es lo que le sobra al contribuyente.