De la Redacción
El proceso electoral mexiquense para renovar la gubernatura el próximo año aún no ha comenzado de manera oficial, pero ya el tablero político ha comenzado a registrar cambios y movimientos que adelantan la importancia estratégica de dichos proceso en el escenario nacional y de cara a la elección presidencial de 2024.
Por lo pronto ha sido en Morena y en el PRI, éste último es quien tiene en sus manos el gobierno, dónde las especulaciones, jaloneos y guerra interna de baja intensidad ha llegado a ser del conocimiento público, despertando el morbo, la curiosidad, pero sobretodo dando lugar a complejas teorías y entramados que llenan los espacios de opinión y análisis político en los medios.
Por ejemplo, respecto al PRI, crecen las especulaciones sobre el poderoso grupo interno capaz de ordenarle al gobernador Alfredo del Mazo Maza deshacerse del mejor de sus colaboradores: su entonces secretario general de Gobierno, Ernesto Nemer Álvarez. En el tricolor nadie cree que la decisión fue del mandatario mexiquense, porque no abundan en su gabinete los miembros eficaces, y no ha renunciado a los más notoriamente ineptos.
Las miradas se dirigen hacía quien en la práctica manejó al país en el sexenio pasado: Luís Videgaray Caso, quien fue secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores con Peña Nieto, y sobre quien ejerció una descomunal influencia. Creen que su opinión sigue pesando.
Por su parte, al interior de Morena en territorio mexiquense sigue la confusión y falta de interpretación convincente del privilegio que tuvo la secretaria de Educación Pública, Delfina Hernández, quien en la manifestación de ese partido en Toluca, el pasado domingo 12 hizo uso de la palabra.
Ella es parte del grupo de aspirantes a la candidatura morenista a la gubernatura mexiquense, pero ese día no hablaron en el multitudinario mitin ni Higinio Martínez, ni Horacio Duarte, ni Pedro Zenteno, presuntos contendientes también por esa postulación. En tanto otro prospecto, Alejandro Encinas, ni siquiera asistió.
De esta manera, los considerados por el momento partidos fuertes para competir por la gubernatura ya están de lleno trabajando en el proceso sucesorio, y las especulaciones no faltarán en los meses que restan antes de que comience formalmente el proceso para relevar a Del Mazo en el cargo.