De la Redacción
La ejecución del periodista tamaulipeco Antonio de la Cruz ha irritado al gremio en ese estado y en todo el país. En su tierra el enojo fue mayor porque lo conocían bien y lo apreciaban por su profesionalismo y dedicación a su actividad informativa en un medio impreso y en su portal digital que tenía muchos seguidores.
Una de las líneas de investigación de la Fiscalía General de la República (FGR), que atrajo el caso, es, precisamente, sus críticas severas al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, como lo demandó el dirigente estatal de Movimiento Ciudadano y legislador Local, Gustavo Cárdenas: que se investigue a funcionarios del gobierno estatal.
Como trágica coincidencia, minutos antes de que se perpetrara el cobarde homicidio, una periodista pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que interviniera para que se investigara los vínculos de gobernadores, fiscales y alcaldes con la delincuencia organizada, culpable de las muertes de periodistas, casi todos de la “fuente” policiaca.