De la Redacción
En octubre llegarán a su fin los cambios de horario, y se volverá al horario oficial único, como era hasta 1996, cuando se introdujo la modalidad. La iniciativa para ello fue firmada y se enviará al Poder Legislativo Federal. La propuesta es que, después de octubre de este año, sólo quede el horario llamado estándar. La propuesta debe ser aprobada en septiembre, a más tardar.
No hay riesgo de un rechazo legislativo, porque para su aprobación sólo se requiere mayoría simple y Morena y sus aliados la tienen en estos momentos. Se da un hecho. En la conferencia mañanera se informó que desde el 2001 a la fecha se han presentado más de 40 iniciativas para suprimir los cambios, buscando que sólo quedara el horario anterior a 1996.
Sin ventajas ambientales ni económicas, los cambios de horario afectan la salud de la población, especialmente en las primeras semanas de las modificaciones. Ese perjuicio llega hasta ocasionar infartos, pasando por un aumento en accidentes de trabajo, debido a la somnolencia que ocasionan y la consiguiente desconcentración, con bajas en el aprovechamiento escolar, laboral y de productividad, hasta la pérdida del 32 por ciento del tiempo dedicado al sueño, especialmente en los niños de educación básica.
El secretario de Salud, Jorge Alcocer dio a conocer que esta información es producto de estudios del Instituto Internacional para Investigación de los Ritmos Biológicos, quien encontró estos efectos en la salud de las personas ocasionados por los cambios de horario. La recomendación es que coincidan el reloj biológico y el reloj social.
Alcocer destacó que la decisión de introducir los cambios de horarios fue política, no científica, y puede cambiarse. Otro efecto es el aumento de los males digestivos por la imposición de horarios para alimentarse, lo cual se evitará con la vuelta al horario que rigió hasta antes de 1996.