*En tres años Morena incrementó su clientela electoral en 6 puntos porcentuales.
De la redacción
El Partido Acción Nacional (PAN) está perdiendo respaldo electoral a pasos agigantados en su más viejo bastión en la República mexicana: el Estado de Guanajuato. Lo ha gobernado en forma ininterrumpida desde septiembre de 1991, “pero su arraigo popular se ha deteriorado y es vencible ya”, sostuvo Ernesto Prieto, dirigente estatal del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
En entrevista con “El Espectador”, el político guanajuatense sostuvo que los altos niveles de inseguridad pública (la entidad es la que registra el mayor número de muertes violentas intencionales del país) han desgastado al PAN, por lo que perderá la gubernatura en el 2024.
El PAN se hizo de la gubernatura en 1991 mediante un regalo del presidente Carlos Salinas de Gortari, con lo cual consumó la entrega de la segunda entidad federativa a ese partido, pues dos años antes y en circunstancias distintas cedió Baja California.
En la península el PRI perdió por primera vez en 1989, por órdenes de Salinas de Gortari, quien compró así la lealtad del panismo nacional a su cuestionada presidencia. Mandó una candidata priista sin arraigo y apoyó a Ernesto Ruffo, quien se convirtió en el primer gobernador panista de México. Y ese estado norteño no ha vuelto al poder del PRI.
En Guanajuato mediaron otras circunstancias, pero la determinante fue el interés de Salinas de Gortari de consolidar el apoyo panista a su gobierno, mediante la entrega de Guanajuato, que había ganado el priista Ramón Aguirre Velázquez, compañero suyo de gabinete en el sexenio de Miguel de la Madrid, pero adversario interno en la lucha por la candidatura presidencial de 1988.
En 1991 Aguirre, quien fue secretario de Programación y Presupuesto (ya desaparecida) y regente del Distrito Federal, ganó la gubernatura de Guanajuato con el 53 por ciento de los votos, por 35 de Vicente Fox Quesada (PAN) y el 8 por ciento de Porfirio Muñoz Ledo (PRD).
Fox Quesada adujo fraude e inició un movimiento de protesta, lo cual fue el pretexto para que Salinas de Gortari sacrificara a Ramón Aguirre Velázquez y decidiera que se nombrara a Carlos Medina Plascencia en un extraño interinato que, en lugar de convocar a elecciones extraordinarias en un corto tiempo, permaneció en el cargo de gobernador hasta 1995.
En Guanajuato se sostiene que Salinas de Gortari optó por Medina Plascencia porque la esposa de éste era amiga de la del presidente de la República, y desde entonces el PAN gobierna Guanajuato, mientras el PRI desapareció electoralmente.
Ernesto Prieto informó que esos más de 30 años de gobiernos panistas y los graves problemas de Estado, especialmente el de la inseguridad, pero particularmente los homicidios dolosos, hacen vencible al panismo guanajuatense, pues entre 2018 y 2021 Morena pasó del 18 al 24 por ciento de la votación y le arrebató al PAN los importantes municipios de Salamanca y Silao, por lo que Morena ganará la próxima elección de gobernador.