*Jesús Zambrano estuvo eufórico en Durango, pero el PRD aportó 17 mil votos.
De la redacción
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), que en el 2006 ganó la presidencia de la República y fue despojado del triunfo por un fraude en favor de Felipe Calderón Hinojosa, no solo cayó en la irrelevancia, sino también perdió el sentido de la realidad, especialmente su dirigencia.
Su representante, Jesús Zambrano Grijalva, quien fue guerrillero, encarcelado y herido, para después beneficiarse de una amnistía, evidenció claramente la falta de percepción del perredismo de su penosa condición dentro de la alianza “Va por México”, que forma con el PAN y el PRI y su organización política.
En Durango, la noche de la elección de gobernador, el perredista estaba eufórico por el triunfo de Esteban Villegas, del PRI, en la contienda. El gusto no le cabía en el cuerpo, como era notorio y lo observó “El Espectador”.
Se jactaba de la victoria, en una situación similar a la fábula de la “mosca aradora”, la cual sentada en el lomo de un yunta de bueyes utilizados en la preparación de tierra de cultiva decía “aramos”.
Así Zambrano Grijalva no se cansaba de decir en el micrófono “ganamos”. Sí, triunfó la alianza de la cual el PRD forma parte, pero aportó menos de 17 mil votos, y un porcentaje de sufragios inferior al tres por ciento, por lo que legalmente no tendrá derecho a recibir prerrogativas de las autoridades locales de ese estado que teóricamente cogobernará.
La coalición “Va por México” sacó en Durango una enorme ventaja a la que encabezó Morena, y los votos del Partido de la Revolución Democrática de nada le sirvieron, pero al integrarla, le dio derecho al dirigente perredista a decir “ganamos”, como en el caso de la “mosca aradora”.
Las votaciones que obtuvo el PRD el 5 de este mes en las elecciones de gobernantes estatales fueron insignificantes, con el caso extremo de Tamaulipas, en donde sólo consiguió el 1.47 por ciento de los sufragios; menos de la mitad de la necesaria para obtener fondos públicos denominados prerrogativas.
Tampoco alcanzó el umbral del 3.0 por ciento en Durango, como antes se asentó. En Quintana Roo, estado, aun cuando casi nadie sabe, cogobierna con el PAN, postuló candidata propia, que apoyó el blanquiazul, pero perdieron y el perredismo apenas obtuvo 14 mil 504 votos.
En las seis elecciones de gobernantes estatales el Partido de la Revolución Democrática obtuvo poco más de 128 mil votos, pero Zambrano Grijalva ya está puesto para continuar la coalición con el PRI y el PAN en el Estado de México el próximo año.