*Treinta y siete años después del asesinato, el gobierno de EE.UU. aún no aclara la participación de la CIA en el asunto.
De la Redacción
La recaptura de Rafael Caro Quintero, uno de los fundadores y mandos del “Cartel de Guadalajara”, acusado de la muerte del agente encubierto de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena y de su presunto informante, el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, en febrero de 1985, en Guadalajara, sacó a debate otra vez la participación de la CIA en el secuestro, torturara, interrogatorio y asesinato del espía estadounidense.
El ex agente de la DEA, Phil Jordan, explicó lo ocurrido a Camarena y a su colaborador mexicano fue en un intento por sacarle información sobre lo que sabía de la maniobra de la CIA para cambiar drogas por armas para los grupos armados llamados “contras”, quienes combatían al gobierno sandinista de Nicaragua.
En esas maniobras participaron los gobiernos de Irán, entonces aliado de Estados Unidos, y el de Honduras; así como presuntamente el “Cartel de Guadalajara”, pero se trataba de un asunto súpersecreto, filtrado a Camarena. Las brutales torturas a las cuales fue sometido, fueron para conocer qué tanto conocía del caso y quiénes más sabían de la maniobra.
Según Jordan, ahora retirado y jefe del centro de la DEA en el Paso, Texas, las torturas a Camarena y Zavala las dirigió el agente de la CIA, Félix Ismael Rodríguez Mendigutía, un cubano que había participado en el operativo de fuerzas militares estadounidenses dirigidas por la CIA, que capturó y asesinó en Bolivia al “Ché” Guevara, en 1967. Es decir, se trataba de un importante y experimentado agente del espionaje, inteligencia y contrainsurgencia estadounidense quien tuvo el papel principal en el “caso Camarena”.
El “Cartel de Guadalajara” y Caro Quintero, en realidad, habrían cumplido sólo el papel de anfitriones del agente de la CIA, y colaborado con el secuestro. Se ignora si Rodríguez vive aún, pero lo evidente es que la participación de la Agencia en los hechos la oculta Estados Unidos como secreto de Estado.
