*Los candidatos de ese partido ganan por López Obrador o no ganan.
De la redacción
Antes de terminar este año el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) gobernará 22 estados, entre ellos destacan todos los costeros del Océano Pacífico, con excepción de Jalisco; y todos los del Golfo de México, excepto Yucatán. Estos logros los consiguió antes de cumplir 8 años de obtener su registro como partido.
De acuerdo con un seguimiento de “El Espectador” al desempeño de ese partido, estos resultados los consiguió a pesar del largo tiempo en que su dirigente provisional, Yeickol Polensky lo mantuvo en la inactividad, al grado de que cuadros morenistas sostenían que deliberadamente boicoteaba al partido, por los vínculos familiares con la ultraderecha empresarial, particularmente con la incrustada en el único sindicato patronal del país, la COPARMEX.
La falta de trabajo organizativo y de reclutamiento de militantes frenó el ritmo de crecimiento de esa organización gobernante en México, porque de acuerdo a analistas de “El Espectador”, su principal dirigente y fundador, Andrés Manuel López Obrador le transfiere a su partido su poderoso e indiscutido liderazgo político, social, electoral e institucional.
En estas circunstancias, los candidatos de Morena, sin minimizar sus propias trayectorias políticas y arraigo popular, triunfan por el presidente, y los que pierden, como ocurrió este año en Durango y Coahuila, fue porque carecían de vínculos suficientes con los votantes, y aun así Morena subió sus votos del 3 al 33 por ciento en Aguascalientes y a 38 por ciento, en Durango, en 6 años.
EL CASO ESTADO DE MÉXICO
De acuerdo con la percepción de editorialistas de esta publicación, esta realidad complica la selección de candidato o candidata a la gubernatura del próximo año, porque de la numerosa relación de aspirantes cualquiera que abandere a Morena ganará por el liderazgo del presidente López Obrador. Por cierto, hoy vencerá el plazo para que las dirigencias nacional y estatal presente propuestas para coordinar los comités de defensa de la 4T.
Si no existiera esta situación, sería fácil el proceso para la postulación, dado que había que simplemente había que seleccionar a quien ofreciera mayores posibilidades de triunfo o simplemente tuviera posibilidades de ganar.
En esta ocasión, según los colaboradores de “El Espectador”, nadie puede decir sólo yo garantizo la victoria, puesto que Morena ganará con quien sea, por el liderazgo de López Obrador, y si ese liderazgo no es suficiente, nadie ganará por su arraigo popular; sobre todo, porque una cosa es la popularidad al interior de ese partido que al exterior, en elecciones constitucionales.