*Dialogan México y Estados Unidos para que empresas foráneas paguen impuestos.
GABRIEL L. VILLALTA
Con abuso de la legislación internacional aplicable, que prohíbe la doble tributación a empresas extranjeras; es decir, no deben pagar gravámenes en el país donde tienen su matriz y en el que operan, ahora incurren en doble evasión.
Es decir, no pagan impuestos en sus naciones de origen ni en donde tienen sus instalaciones y explotan mano de obra y mercado, además de exportar, reveló el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Ante este grave problema de la doble evasión, el gobierno mexicano está dialogando con el estadounidense para buscar una solución a un asunto que afecta los ingresos públicos tributarios en ambas naciones.
El fenómeno de la evasión de las grandes empresas extranjeras que operan en México no se limita a las de Estados Unidos, sino se trata de un fenómeno extendido, aunque por ahora se negocia una solución compartida sólo con el gobierno del vecino país del norte.
La legislación internacional en la materia se expidió para evitar que las compañías foráneas paguen impuestos en las naciones donde se asientan y también en donde tienen sus matrices. No obstante, una buena intención fue pervertida por poderosos intereses económicos y sus despachos de reingeniería fiscal, para violar las leyes.
El Sistema de Administración Tributaria puso como ejemplo el caso de las grandes empresas maquiladoras estadounidenses asentadas en México, de las cuales un alto porcentaje no paga impuestos aquí, ni en la nación del norte.
Con el pretexto de la no doble tributación perpetran doble evasión, porque no cubren contribuciones en ninguna parte, precisamente lo que se busca evitar con acciones coordinadas de los dos gobiernos.
El caso es más complicado con las compañías extranjeras que con dolo establecen sus matrices en los paraísos fiscales. Así no pagan impuestos en ninguna parte, en perjuicio de los países donde producen, comercializan y exportan.
Estos últimos, entre ellos, México, son los más perjudicados, porque en la práctica exentan los impuestos, con el pretexto de que las empresas foráneas tributan en sus naciones de origen y no deben contribuir aquí, que es donde exigen servicios públicos, explotan la mano de obra e irracionalmente los recursos naturales y contaminan suelos, aire y cuerpos de agua.
El problema de la doble evasión es tan grande que preocupa a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la cual propone que se legisle para establecer dónde debe pagar impuesto una empresa global; es decir, donde tiene su matriz o donde opera, pero que pague en un país.