COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
POCO AYUDARÁ Y SÍ AFECTARÁ AL PRI EL PAPEL
QUE LE ATRIBUYEN A EPN EN EL PRI MEXIQUENSE
Muchas especulaciones hay en torno a la presunta participación decisiva del ex presidente y ex gobernador Enrique Peña Nieto en el proceso interno de su partido, el PRI, para postular aspirante a la gubernatura. Los columnistas políticos, donde las suposiciones se presentan como verdad revelada, hablan de una reunión de cabezas de grupos internos del tricolor con el personaje, en la capital española, donde vive desde hace tres años.
Nadie ha confirmado oficialmente esa junta de notables priistas mexiquenses. Lo que si se reconoció fue un encuentro de Peña Nieto con el ex alcalde panista de Huixquilucan, diputado local, coordinador de sus pares en la Legislatura Local y confeso interesado en esa nominación por la alianza que integrará su partido con el PRI y el PRD, Enrique Vargas del Villar, de familia priista.
La dirigencia nacional del blanquiazul confirmó ese encuentro, pero lo presentó como producto de la casualidad, ya que el legislador local viajó a Madrid por un asunto familiar, relacionado con la estadía de una hija del político de Huixquilucan. Pocos creyeron en la casualidad de esa reunión; sobre todo, porque el expresidente no anda de arriba abajo por las calles madrileñas.
Más allá de las especulaciones, lo cierto es que el exmandatario bien poco puede aportar a la coalición “Va por México” en términos de simpatía y respaldo popular, porque terminó su sexenio con una mala evaluación ciudadana y fue convertido en acabado ejemplo de corrupción, ineptitud, ejercicio patrimonialista del poder, frivolidad y desinterés por resolver los problemas de la población.
Los grupos nacionales de correligionarios suyos lo consideran culpable del desprestigio del PRI y del rechazo de los electores, como se presenció en las elecciones de titulares de los poderes estatales del año pasado y de junio del presente, porque, según esas corrientes, ningún mandatario surgido del tricolor había caído en tanto desprestigio como el oriundo de Atlacomulco, con lo que ocasionó mucho daño a la imagen del partido frente a los electores.
En estas condiciones, a pesar de su inmensa fortuna y su ascendencia sobre los más poderosos grupos internos de su partido en el Estado, fuera de dinero, del que no se desprenden con facilidad los políticos, bien poco puede aportar Peña Nieto a la causa priista mexiquense el próximo año.
En cambio, la vinculación del nombre del ex mandatario federal y estatal con la campaña del o la candidata del PRI se traducirá en una gran desventaja, por el rechazo social y de los votantes al personaje. Se entiende la fuerza política del personaje en la entidad, porque muchos poderosos de ahora, incluyendo algunos de la oposición, le deben favores, pero eso no ocurre con el electorado, que nada quiere saber de él, y su real o supuesto protagonismo ejercido a distancia militará en contra de las posibilidades de triunfo (que no son muy claras) de quien represente en las urnas a “Va por México” en junio del próximo año.