*Gran Bretaña busca despojar a Venezuela del oro depositado en sus bancos.
De la Redacción
El próximo día 7 comenzará el fin de esa figura patética llamada Juan Guaidó, quién desde 2019 fue reconocido por decenas de países, como Estados Unido y los de la Unión Europea como presidente de Venezuela. El gobierno estadounidense de Trump utilizó a Iván Duque, presidente de Colombia, como peón en sus agresiones a Nicolás Maduro y para reconocer como mandatario venezolano a Guaidó, un agente de la CIA.
En ese momento el “presidente” Guaidó era congresista, y en esa condición usurpó, instigado por la administración de Trump, la presidencia de la República. Terminó ya su período, y en forma injerencista muchos países lo siguieron reconociendo como mandatario de Venezuela, sin elección de por medio, ni sustento legal alguno. Y no sólo eso, sino que también le dieron acceso a fondos que el gobierno de Maduro tenía en bancos extranjeros y que pertenecían al patrimonio nacional venezolano.
Hubiera sido simplemente grotesco si como antecedente no hubiese constituido una grosera y peligrosa usurpación de la voluntad de los votantes venezolanos. Gustavo Petro anunció que el próximo domingo reanudará relaciones diplomática con el gobierno venezolano, y quien será su ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, se reunió con el canciller venezolano Carlos Farías, para detallar lo de la reanudación de los vínculos diplomáticos, rotos por Iván Duque desde febrero de 2019.
El saliente mandatario fue el principal protector de Guaidó, quien ahora no será reconocido “presidente” por el gobierno colombiano. Será uno de los damnificados por el triunfo de la izquierda de Colombia. No obstante, aún habrá que esperar para ver cómo reaccionan otras naciones, como Gran Bretaña, dónde la farsa de Guaidó ha llevado al robo del oro venezolano guardado en bancos londinenses.
