*Tienen la costumbre de hacer trampas para deducir más de lo que es.
De la redacción
Los grandes contribuyentes o causantes mayores, como también se les conoce, quedaron acostumbrados a hacer trampas en sus declaraciones de gastos-ingresos, para deducir gastos no efectuados y al final solicitar la devolución de impuestos.
Mediante estos mecanismos lograban la devolución del IVA y disminuían los montos del pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), informó Raquel Buenrostro, titular del organismo recaudador de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La vigilancia a los grandes contribuyentes incluirá auditorías, juicios judiciales y otras acciones para evitar la evasión y elusión fiscal, como acciones estratégicas para dotar a la administración pública federal de ingresos para hacer frente a los requerimientos de fondos para financiar los programas sociales y los grandes proyectos de infraestructura para el desarrollo y los servicios, detalló la funcionaria.
La devolución de impuestos está prevista en la legislación fiscal federal, pero tiene reglas y no deben regresarse montos por gravámenes improcedentes, y si no se vigila el comportamiento de los contribuyentes abusan y afectan a la hacienda pública, recalcó Buenrostro.
Durante el período neoliberal, dos años más largo la dictadura de Porfirio Díaz, existió el perdón fiscal que podía otorgar el presidente de la República, vía la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por lo cual era legal acordar que las grandes empresas no pagaran contribuciones.
Este beneficio establecido en la Constitución, sin embargo, sólo se aplicó a las grandes corporaciones empresariales, cuyos dueños estaban vinculados con la cúpula del poder público, comenzando por los presidentes de la República.
Los empresarios medianos, pequeños y micros jamás recibieron ese perdón. Siempre pagaron, como lo hacen actualmente, y no se irritan por ello, como si lo hacen los poco más de 6 mil corporativos, incluyendo bancos extranjeros.
En cambio, los asalariados dependientes de un patrón, como ocurre siempre, no fueron beneficiados en esos 36 años de neoliberalismo; al contrario, les descontaban y descuentan los impuestos antes de pagarles, sin posibilidades de deducir gastos.
Además del perdón fiscal, las autoridades fiscales favorecían a las grandes empresas con el mecanismo ilegal de no exigirles el pago de impuestos en tiempo y forma, con lo cual pasaba el tiempo de poder cobrarles, lo cual al final se convertía en otra modalidad del perdón fiscal.
El presidente Andrés Manuel López Obrador propuso modificar la Constitución, para cancelar la facultad de perdonar el pago de impuestos, ello irritó mucho y mantiene irritados a quienes se beneficiaban de la condonación de impuestos, por lo cual mantiene una campaña de ataques al gobierno del tabasqueño.