SE PERDIÓ OPORTUNIDAD DE
ERRADICAR LA CORRUPCIÓN
MORENA LLEGÓ A TENER MAYORÍA CALIFICADA Y
CONTROLAR EL OSFEM; NADA DE ESO TENDRÁ YA
El INEGI ubica indebidamente al Estado de México como el más corrupto del país. Lo incorrecto consiste en que de los 17.4 millones de mexiquenses, sólo un reducido grupo es el corrupto en exceso; es decir, se trata de una parte de la clase gobernante. La casi totalidad de la población es víctima de esos malos servidores públicos, y al hablarse en término general de un Estado corrupto se coloca en la misma posición a los funcionarios corruptos y a los afectados por el fenómeno, se revictimiza a éstos.
Hecha esta aclaración, debemos examinar el tema y lamentar que el grupo legislativo del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), cuya principal bandera a escala estatal y nacional ha sido el combate y erradicación de la corrupción, por razones inexplicables a la luz de la lógica, desaprovechó su condición numérica en la anterior legislatura para crear leyes y mecanismos para imprimir honestidad, eficacia, transparencia, verdadera rendición de cuentas y castigo a los corruptos, además de recuperar los fondos públicos robados.
Morena y sus aliados tuvieron en la anterior representación popular mexiquense mayoría calificada, suficiente y necesaria para reformar la Constitución del Estado, incluso para llevar a cabo juicios políticos. Y lo más importante, por ese mismo peso numérico, ocupó (y sigue ocupando) la presidencia de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), el espacio de mayor poder en la Cámara de Diputados.
A esas dos ventajas sumó la de encabezar la Comisión de Vigilancia del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), facultado para fiscalizar el gasto público. Es decir, reunió las condiciones idóneas para combatir, castigar y erradicar la corrupción en los poderes estatales, los ayuntamientos, órganos autónomos y organismos auxiliares.
Nada de eso llevó a cabo, como lo prueba la ausencia de altos funcionarios o alcaldes y ex alcaldes, diputados y ex diputados, jueces y magistrados en la cárcel, como si la corrupción detectada por el INEGI fuera una invención o la clase gobernante mexiquense fuera igual de honesta a la de Suiza, Noruega o Dinamarca. La mayoría calificada de Morena y sus aliados no fue capaz de ejecutar un efectivo combate a la corrupción, y ahora, aunque quisiera, no estaría en condiciones de intentarlo, porque ni tiene ya mayoría calificada, ni controla la Comisión de Vigilancia del OSFEM, por si fuera poco, en cosa de meses más entregará al PRI la presidencia de la JUCOPO, partido que también vigila al órgano fiscalizador y auditor.
Para fines prácticos, el grupo legislativo morenista abandonó la bandera de la lucha contra la corrupción, porque no la detectó o la encubrió, con resultado final de que no encontró alcaldes, ni funcionarios corruptos, ni enriquecidos ilícitamente, pues no hay uno solo encarcelado por esos delitos. Le falló a los mexiquenses.