Augusto L. Robles
Parecen errores las decisiones que ha tomado el diputado panista y aspirante confeso a la candidatura a gobernador por la alianza “Va por México”, Enrique Vargas del Villar, quien debe tener muy malos asesores políticos o no les hace caso, porque ha decidido construir su campaña por la candidatura a gobernador mexiquense con un acercamiento público a los ex presidentes priista Enrique Peña Nieto, del Estado de México; y ex panista Vicente Fox Quesada, de Guanajuato.
El Mexiquense es, junto con Carlos Salinas de Gortari, el ex mandatario priísta más desprestigiado de los últimos 34 años, ambos asociados de manera popular con la más fuerte corrupción y saqueo que azotaron a nuestro país durante el llamado ‘periodo neoliberal’.
Por su parte, el guanajuatense es un personaje reducido a lo caricaturesco, un hombre que da risa y ya no genera apoyo electoral; además, abandonó al PAN y en amplios sectores de ese partido se le considera un traidor a las causas fundadoras del blanquiazul, creado principalmente para combatir al PRI. Entre la población en general, también acarrea la fama de haber traicionado las aspiraciones de los millones que votaron por él, buscando y reclamando un cambio político y social de fondo, en resumen: no cumple.
A Vargas del Villar solo le falta reunirse con Carlos Salinas de Gortari, y con ello terminaría de perfilar el tipo de gobierno que planea ofrecer en caso de ser designado candidato en la alianza PRIANRD, o bien como abanderado de Acción Nacional en caso de no integrarse la coalición, algo poco probable.
El legisador, adicionalmente y eso sí por cuenta propia, es un claro ejemplo de la concepción patrimonialista del ejercicio del poder: le heredó el cargo de presidente municipal de Huixquilucan a su esposa, quien fue 6 años presidenta del DIFEM. Y todo ello le habla al electorado del tipo de gobierno que podría esperarse con un personaje así, e independientemente de si esa expectativa se corresponde a la realidad o no, la sabiduría popular lo sentencia con eso de “Dime con quién andas…”