De la Redacción
En el Estado de México, PAN y PRD saben que no le impondrán candidato al PRI mexiquense a gobernador, porque el tricolor es el partido gobernante en el Estado y su clientela electoral es muy superior numéricamente a la conjunta de sus dos potenciales aliados: el tricolor tiene un 60 por ciento más electores que sus aliados juntos.
En realidad buscan pactar la entrega de cargos importantes en el Poder Ejecutivo a partir del 16 de septiembre del próximo año, si el PRI, o más bien la alianza “Va por el Estado de México” conserva el Poder Ejecutivo estatal. Y quieren que esos espacios no estén sujetos después a ninguna negociación desventajosa para ellos, o que de plano se olviden los compromisos apalabrados.
Para ese mismo fin impulsan en la Legislatura Local cambios legales para regular los gobiernos de coalición; es decir, para que en la propia ley aplicable les garanticen los espacios de poder, que el PAN y PRD no han podido ganar por sí solos en las urnas, cuando se las han disputado al tricolor.