*La dirigencia estatal saliente no trabajó en la organización de comités locales.
De la redacción
La coordinadora de los comités para la defensa de la cuarta transformación en el Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, tiene por delante una tarea descomunal, de difícil concreción y éxito:
Debe integrar y poner a funcionar más de 6 mil de esos comités, uno por cada sección electoral, y que serán además de defensores de las acciones de transformación del país, llegado el momento serán operadores, y ejércitos de búsqueda y defensa del voto para la elección de titular del Poder Ejecutivo estatal, cuya jornada de votación serás el primer domingo de junio del próximo año; es decir, en menos de 10 meses.
De acuerdo con un análisis de “El Espectador”, en la práctica Gómez Álvarez debe organizar a su partido, incluyendo a la dirigencia estatal, que no operó como tal, sino como porrista de las aspiraciones a mandatario del senador Higinio Martínez Miranda. Y debe hacer en meses todo cuanto no se hizo en 4 años y 8 meses.
El problema mayor cosiste en que Morena dejó de organizar una estructura horizontal y afiliar a mexiquenses simpatizantes y apoyadores de Morena en cada elección. Es el partido más rico del Estado, pero se ignora en qué gastaron las prerrogativas Martha Guerrero y Maurilio Hernández.
Trabajo organizativo y de reclutamiento de militantes no se conoce. Si lo hicieron, fue tan discreto, confidencial, casi como secreto de Estado, porque la población del Estado de México, en general, y sus ciudadanos, en particular, no ha visto actividades en ese sentido.
Ahora, a menos de 10 meses de la jornada de votación y a medio año se oficialice la candidatura de Gómez Álvarez debe integrar y poner a trabajar a más de 6 mil comités seccionales, lo que no hizo, ni intentó siquiera hacer la dirigencia saliente en cuatro años y 8 meses.
Como en la mayor parte de los estados del país, en el de México Morena dispuso de grandes sumas de dinero de las prerrogativas, como el principal partido aquí, pero parece que eso “aburguesó” a sus directivos, porque no le sacaron provecho a esa ventaja que tuvo y tiene sobre las otras organizaciones políticas. .
No es exagerado, pero Martha Guerrero y Maurilio Hernández se comportaron como si deliberadamente hubieran trabajado para el PRI, porque entregarán un partido morenista desorganizado, opaco en el manejo de las prerrogativas, sin organización territorial, como si a propósito se hubiesen sumido en la inacción partidista.
A no organizar, ni afiliar mexiquenses a las filas morenistas durante esos 56 meses le dieron ventaja al tricolor, que sí trabajó mucho en ese sentido. Por eso en el PRI desean que Maurilio Hernández sea el presidente estatal de Morena.