Macario Lozano R.
El de ayer ha sido uno de los día en que más acontecimientos importantes se acumularon. Se capturó al exprocurador general de la República y exgobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, por las malas investigaciones y torturas a detenidos por el caso de la desaparición de los 43 normalistas en Iguala Guerrero. La violación a derechos humanos invalidó las declaraciones ministeriales de muchos detenidos participantes en esos condenables hechos, lo cual les permitió a los acusados quedar en libertad e impidió y retraso las investigaciones para esclarecer el caso.
También hubo ocultamiento de la verdad, para evitar que se conociera el involucramiento de fuerzas de seguridad federales, estatales y municipales en los los hechos, ocurridos el 26 de septiembre de 2014, por ello el hidalguense se encuentra preso y hoy se decidirá si se le vincula a proceso o se le deja en libertad. No se recuerda el caso de u ex titular de la Procuraduría General de la República (PGR), ahora Fiscalía, encarcelado por cometer delitos en el desempeño de sus responsabilidiades.
El segundo caso importante fue la liberación de Rosario Robles Berlanga, ex titular de la SEDESOL y SEDATU en el sexenio de Enrique Peña Nieto, ex jefa de Gobierno del entonces Distrito Federal, ex dirigente nacional del PRD, quien estuvo presa durante 3 años por actos de corrupción, especialmente en la llamada “Estafa Maestra”, que representó un quebranto patrimonial superior a 5 mil millones de pesos y que, adicionalmente, dañó la imagen de 11 universidades públicas, incluyendo la del Estado de México.
No fue exonerada, sino que le cambiaron la medida cautelar por una de libertad condicionada a presentarse a firmar cada 15 días a la Fiscalía General de la República (FGR) y a no salir del país, mientras sigue su proceso penal. No es difícil inferir que aun cuando al final recibiera sentencia condenatoria, ya no pisará la cárcel.
En realidad, la perredista e izquierdista convertida al peñismo no debió ser encarcelada, porque cuando presuntamente cometió los actos de corrupción, sus modalidades, aun las de miles de millones de pesos, no eran delito grave, pero la misma ley prevé la prisión preventiva cuando hay riesgos de fuga y otros factores que podrían evitar la aplicación de la justicia.
El tercer acontecimiento de impacto fue la captura de José Bernabé Bernabé Brizuela Pérez, conocido como “La Vaca”, presunto principal generador de violencia en Colima, lo que ocasionó incendios de comercios en ese Estado. El detenido había sudo detenido en al menos dos ocasiones y en una de ellas fue iberado a sangre y fuego por sicarios a su servicio. Ya está en la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez.
Por si faltarán noticias de impacto, el gobierno de Campeche entregó más pruebas de cargo contra el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cpardenas, a quien le gusta que le digan “Alito”, con las cuales busca lograr su desafuero para que responsa por varios delitos de corrupción, presuntamente eso le permitió enriquecerse en forma excesiva.
Sus acusadores dicen que cuando asumió el cargo de gobernador era clase media y cuando salió ya tenía una mansión de 130 millones de pesos y menaje por otros 50 millones, incluyendo obras de arte, además de cientos de hectáreas en zonas de alta plusvalía en los estados de Yucatán y Quinta Roo y otra mansión en Polanco, Ciudad de México. Todas estas noticias ocurrieron en la capital del país.