*El poderoso personaje está vinculado a proceso y preso, por el caso Ayotzinapa.
De la redacción
El entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, ahora sujeto a proceso penal y en prisión, intentó vincular la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa con el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), y con su fundador y líder principal, el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador.
De la misma forma, aprovechó el hecho atroz para ajustarle cuentas al en ese tiempo gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero: lo obligó a renunciar al cargo, con todos sus colaboradores, de acuerdo con un recuento de “El Espectador”.
En septiembre de 2014 MORENA tenía meses de fundado, y en forma coordinada, cuando se conoció la dimensión de lo ocurrido la noche del 26 de septiembre en Iguala, todos los medios informativos, al servicio del poder, difundieron profusamente una fotografía en la cual el tabasqueño aparecía con el alcalde José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda.
Se trataba de arraigar la idea de que los Abarca Pineda pertenecían al nuevo partido y los respaldaba su líder, para desprestigiar a ambos e impedir su crecimiento numérico, expansión territorial e influencia.
Dirigentes de Morena aclararon que la fotografía se había tomado en un mitin de su anterior campaña electoral por la presidencia de la República en esa ciudad guerrerense, cuando militaba en el PRD, al igual que los dos personajes ahora presos, quienes seguían en el perredismo, apoyados por “los Chuchos”.
La ausencia de vínculos Abarca-MORENA y López Obrador se probó con el hecho de que José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda siguieron en el PRD y no participaron en la fundación del morenismo, ni se afiliaron después, pues pertenecían al perredismo, como miembros de la corriente de “los Chuchos”, pero el intento de desprestigiar a MORENA y a López Obrador quedó muy claro.
Murilo Karam tenía agravios políticos de parte del gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien fue priista toda su vida hasta 2011, según recuento de “El Espectador”. Cuando llegó la hora de postular candidato al cargo, el mandatario estatal tenía las preferencias electorales.
No obstante, Manlio Fabio Beltrones impuso como abanderado a Manuel Añorve Baños, pero antes Murillo Karam, que era un poderosísimo secretario general del CEN del PRI, hizo firmar a los precandidatos un compromiso que consistía en la aceptación y apoyo a quien resultara postulado.
Rivero Aguirre daba por segura su postulación, y cuando fue descartado, se inconformó y obtuvo el respaldo del PRD, para aplastar en las urnas a Añorve. Murillo Karam lo consideró traidor y no le perdonó el incumplimiento del compromiso adquirido, y como procurador y con lo ocurrido en Iguala, se fue con todo contra Aguirre, y lo obligó a renunciar.