De la Redacción
En MORENA Estado de México todavía sigue comentándose el fracaso del coordinador de los diputado locales de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de la Legislatura mexiquense, Maurilio Hernández González: ninguna de sus incondicionales pudo ganar alguno de los diez cargos de consejeros estatales por el distrito de Tultitlán.
Lo más sorprendente fue que el diputado, una viejo ex priista de la época del PRI corporativo, es el presidente del Consejo Estatal morenista y principal porrista del senador Higinio Martínez, pero inexplicablemente los militantes de Morena de Tultitlán le dieron la espalda y/o exhibieron como un político sin arraigo en su distrito.
Hernández González ya cargaba con la sospecha de que simuló la lucha contra la corrupción, porque en cuatro años encabezando ese combate no pudo encontrar un sólo funcionarios estatal, ni municipal, mucho menos a alcaldes, corrupto en una entidad cuya clase política y gobernante es el doble de corrupta que la media nacional.
El presidente de la JUCOPO durante 4 años permitió también la corrupción de los infiltrados panistas en Morena y no ha actuado en su contra como es su obligación por ser dirigente morenista.
Una de las banderas de Morena a nivel nacional ha sido la lucha contra la corrupción, pero en el Estado de México no hay un sólo corrupto de alto nivel preso, ni siquiera se sabe que existan denuncias penales. La impunidad de quienes saquean fondos públicos y se enriquecen en forma escandalosa es total, y combatirla estuvo en manos de Morena en la cámara local, pero no lo hizo.
