*Vuelven al viejo papel de fanáticos.
De la Redacción
El América, equipo de primera división, propiedad de Emilio Azcárraga Jean, tiene grandes jugadores, pero inició el actual torneo muy mal y llegó estar cerca del último lugar de la tabla general, y tenía molesta a su numerosa afición. Exigían la renuncia del técnico, a quien culpaban del mal desempeño del club.
Esa plantilla de grandes jugadores y su disposición a jugar como equipo, finalmente le permitió al equipo de Televisa a ganar 7 partidos al hilo y remontar su posición en la tabla de calificación a la liguilla, hasta ubicarse en el primer lugar, sitio en donde lo querían ver sus aficionados de todo el país.
No obstante, ahora lo perjudican sus cronistas. Sus antecesores, de los cuales todavía hay algunos narrando partidos para televisión o radiodifusoras, están incurriendo en los mismos errores que en el pasado le ganaron antipatía al club de Coapa, por su descarada parcialidad en la reseña de los juegos.
Una prueba clara de ese afán de congraciarse con los dueños del equipo lo dieron estos días en que el América alcanzó el primer lugar. No se cansaron de decir que era el superlíder del torneo, cuando esa posición la comparte con los Rayados de Monterrey, con 25 puntos. Por su mejor diferencia de goles las “Aguilas” están arriba, pero en puntaje los dos clubes tienen los mismo puntos, y sólo por zalameros los cronistas de Televisa recalcan lo del “superlíder”.
Los superlíderes se dan en las ligas del fútbol europeo, como la italiana, alemana, francesa y aun la inglesa, donde con frecuencia los clubes ganan los títulos varias fechas antes del fin del torneo, cuando la diferencia de puntos con los segundos lugares hace matemáticamente imposible que los alcancen, cuando se habla de una diferencia de 1 o pocos puntos sobre su inmediato seguidor, pero los periodistas deportivos al servicio de Azcárraga Jean parecen desconocerlo y no se dan cuenta que con ello están generando antipatía contra el club, porque también ocultan las jugadas polémicas que benefician al rival y repiten hasta el cansancio las que benefician al equipo de Televisa, lo cual también reprueban los aficionados no fanáticos del América.