*El mundo ignora los motivos de la guerra y la solución que debe darse.
De la redacción
La invasión rusa a Ucrania cumplirá el próximo día 24 seis meses de iniciada. Son muchos días de sufrimiento, de pérdidas de vidas, de lesionados, de desplazados, de miedo, de destrucción y pérdidas materiales, con efectos devastadores en la economía mundial por la interrupción del suministro de alimentos y combustibles de esas dos naciones a Europa, traducidos en escasez y carestía en todo el planeta.
Esta guerra es el ejemplo más claro de cómo los intereses geoestratégicos, geopolíticos y económicos de las grandes potencias se anteponen a la paz, la tranquilidad y la alimentación de los pueblos a escala planetaria, y particularmente de sus segmentos de menores ingresos, sostuvo el académico e internacionalista Fabio Adrián Rojas Zertuche.
La guerra es igualmente prueba de que “esos intereses generan las condiciones para los conflictos bélicos que les reditúan ventajas en la lucha por el nuevo reparto del mundo en zonas de influencia y dominio, sin importarles el sufrimiento de millones”.
El entrevistado explicó que la invasión rusa a Ucrania, a pesar de que es la que más impacto negativo ha tenido en la economía mundial, agravada por las secuelas que en la materia tuvo la pandemia de Covid-19, es sobre la que menos información ha habido acerca de sus motivaciones.
Mucho menos, abundó Rojas Zertuche, “se difunde que la invasión rusa puede terminar en un tiempo relativamente corto, mediante negociaciones que resuelvan el fondo del problema”, de lo cual no se habla en los grandes medios informativos de occidente, porque la guerra reporta beneficios para poderosos intereses.
Recordó que la guerra de Corea en la década de los cincuenta del siglo pasado y la invasión estadounidense a Vietnam una década después fueron explicadas “por la necesidad de derrotar al comunismo mundial y conservar de la democracia”.
La invasión, derrocamiento de los gobiernos y ocupación de Irak y Afganistán, detalló, fueron sustentadas con el argumento de que “se trataba de luchar y erradicar el terrorismo internacional”, para garantizar la seguridad de las naciones y especialmente la de Estados Unidos. Fueron motivos sin validez, pero se expusieron.
Ahora, apuntó, las motivaciones de Rusia para invadir Ucrania no las difunden los medios informativos occidentales y los ocultan especialmente los de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que encabeza Estados Unidos.
El especialista consideró que la invasión rusa a Ucrania no hubiera ocurrido si el gobierno estadounidense no hubiese convencido a Volodimir Zelensky de solicitar su ingreso a la OTAN, ese pacto militar sin razón de existir ya, porque se creó para defender a Europa occidental de la supuesta amenaza militar que representaba la URSS y, al desintegrarse ésta y todo el sistema socialista del Este y Centro de Europa, careció de justificación; ahora está dirigido contra Rusia.
Nada se difunde del hecho de que la incorporación de Ucrania a la OTAN le hubiera permitido a Estados Unidos instalar misiles con carga nuclear en la frontera ruso-ucrania, con un alto peligro para la seguridad de Rusia. Sin ese riesgo, la invasión no se habría producido, y si Zelensky se compromete a no incorporar su país a la OTAN, la invasión rusa terminaría, ello “no le conviene a Estados Unidos, porque tiene planes de agresión a los rusos y a los chinos, lo que no se informa”, concluyó.