*Tampoco incrementó el organismo el número de médicos necesarios.
De la redacción
La insuficiente construcción de infraestructura para la salud durante décadas y el descuido en la formación de médicos necesarios para las instituciones públicas de la materia, se expresa ahora en falta de espacios y saturación de consultorios.
El problema es más notorio en la medicina para la población abierta; es decir, la que no está protegida por el sistema de seguridad social, pero también afecta a organismos como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Las actuales autoridades federales informan con frecuencia del abandono de los programas de expansión de la infraestructura física; es decir, de construcción de clínicas y hospitales públicos en el territorio nacional.
De la misma forma critican el desinterés por formar médicos suficientes en cantidad y calidad y, más todavía, de especialistas en las distintas ramas de la medicina, por lo que ahora hay problemas para atender a toda la población.
Cientos de hospitales de segundo nivel quedaron en obra negra, se construyeron en sitios no aptos o, incluso, en tierras cuya posesión no tiene seguridad jurídica, porque no se escrituraron.
En el caso del Instituto Mexicano del Seguro Social, una prueba clara de estancamiento en la expansión de la infraestructura para servicios de salud la constituye la clínica familiar 249, construida en Tlaxomulco, en el note de la capital del Estado de México.
De acuerdo con lo informado cuando fue puesta en servicio, se buscó descongestionar la clínica-hospital de Josefa Ortiz de Domínguez, en la zona centro de la capital mexiquense, y al mismo tiempo acercar los servicios a la población derechohabiente de la zona norte de Toluca.
Atendería a 47 mil afiliados y sus familiares, pero con el paso de los años la derechohabiencia creció mucho, hasta alcanzar los 140 mil, y ahora se saturan los servicios médicos de la clínica familiar.
El mismo crecimiento de la demanda y el menor ritmo de contratación de médicos, como ocurrió en todo el país, explican la pesada carga de trabajo de los profesionales de la medicina, porque deben atender a pacientes en pocos minutos.
De acuerdo con información del personal de la clínica, en este caso particular, el aumento de la población atendida no obedece a un incremento explosivo del número de trabajadores cotizando al servicio de la iniciativa privada, sino al crecimiento de las familias, pues los solteros y solteras afiliadas al organismo se casan y mantienen su vivienda en la zona, y cuando tienen hijos estos quedan protegidos por el sistema de seguridad social y adscritos a la clínica.
Esto se traduce en un aumento de la demanda y mayor número de pacientes promedio por turno a atender por los médicos de la medicina familiar, como se observa en casi todas las instalaciones médicas del país.