*Claudio X. González adelantó al PRI, PAN y PRD que no darían presupuesto a megaobras.
De la redacción
El anuncio del PRI, PAN y PRD de bloquear todas las iniciativas de reformas constitucionales del presidente Andrés Manuel López Obrador, sin examinarlas siquiera, no es insólito. Tiene antecedente en una orden dada a sus dirigentes por Claudio X. González, operador de la ultraderecha empresarial, pocos días antes de las elecciones legislativas del año pasado, de acuerdo con una revisión de “El Espectador” al tema.
Circuló ampliamente en las redes sociales la parte de esa reunión en la cual el empresario y artífice de la integración de la alianza “Va por México” les ordenó a Alejandro Moreno Cárdenas, del PRI, Marko Cortés, del PAN y Jesús Zambrano, de lo que queda del PRD, que ganarán al menos la mayoría simple de San Lázaro.
Les adelantó que con eso sería suficiente para no darle presupuesto al presidente López Obrador para sus programas sociales, el Aeropuerto de Tecámac (entonces en construcción), ni para el Tren Maya, ni para la refinería de Dos Bocas, ni para el proyecto del Istmo, para hacer fracasar al gobierno.
Los tres dirigentes de los partidos opositores se entusiasmaron y estuvieron de acuerdo en bloquear los fondos para esas megaobras, una vez que le quitaran la mayoría al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en la Cámara de Diputados Federal.
La ultraderecha empresarial mostró su rostro mezquino y despiadado para la mayoría de los mexicanos y con el desarrollo del país, porque su plan era el de hacer fracasar los grandes proyectos del sur y sureste del país, las regiones más abandonadas por los gobiernos federales, sin importar que eso afectará a millones de personas que habitan la región.
En su lucha por la recuperación de sus privilegios: perdón en el pago de impuestos sobre utilidades, contratos de obras públicas y bienes al gobierno federal con sobreprecios excesivos, entrega de concesiones diversas, deseaba hacer fracasar esos programas de obras de infraestructura, aunque se perdiera el dinero invertido y la población se quedara sin los beneficios previstos por el Poder Ejecutivo Federal. “Va por México” no ganó la mayoría, y fracasaron los planes siniestros, pero el rostro de la mezquindad ahí quedó.
En la misma línea se había expresado antes el intelectual Héctor Aguilar Camín, al pronosticar un fracaso del gobierno lópezobradorista, con devaluación del peso, mayor pobreza (y eso que todavía no comenzaba la pandemia) e irritación, que llevarían al presidente a perder la consulta de revocación de mandato e irse “a la chingada, por pendejo”.
La fallaron los cálculos al historiador, antes de izquierda, porque sus augurios catastrofistas no se cumplieron, pero él sí perdió millones y millones de pesos que obtenía de la presidencia de la República y de organismos como Pemex, CFE, ISSSTE e IMSS.
La “moratoria legislativa” anunciada por los subordinados de Claudio X. González no gustó ni a los relevantes cuadros como Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Salinas, Beatriz Paredes y a muchos otros, lo cual marca el principio del final de la desastrosa dirigencia de Moreno Cárdenas, pues otros grupos o corrientes, como la de José Encarnación Alfaro exigen la renuncia de todos los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) priista, no sólo la del exgobernador de Campeche.