De la Redacción
La condenable y lamentable masacre de San Miguel Totolapan, Guerrero también perjudicó severamente al Partido de la Revolución Democrática (PRD). Y no sólo porque entre las 20 víctimas estuvieron el alcalde Conrrado Mendoza Almeda y el padres de éste y ex presidente municipal de la demarcación, Juan Mendoza Acosta, que eran cuadros destacados perredistas en la región, sino que hay más.
El dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, un exguerrillero quien luchó armas en mano para sacar al PRI de la presidencia de la República y ahora lucha electoralmente para volverlo al poder, a cada rato sostiene que Morena y el presidente López Obrador quieren construir un narcoestado.
Lo ocurrido en ese municipio guerrerense indica que más bien sería el PRD quien construiría un narcoestado si triunfara e una elección presidencial, pues uno de los mandos de “La Familia Michoacana”, en un video denunció que los objetivos de la operación presuntamente del grupo criminal enemigo, “Los tequileros” eran él, el alcalde y el padre de éste, con quien se reuniría a la hora de la agresión a tiros.
Denunció una traición y dio a conocer que vivía a una cuadra del Palacio Municipal, lo cual prueba que el alcalde perrdista asesinado sabía de su presencia en la cabecera municipal y no lo denunciaba. No es bueno hablar mal de los muertos, pero un análisis de un hecho inevitablemente debe prescindir de esta consideración para ser profesional y objetivo.
Un cuadro del PRD se reunía con uno de los principales líderes de “La Familia michoacana”, a quien tenía de vecino, lo cual indica que Jesús Zambrano postula para cargos de elección popular a cuadros vinculados a la delincuencia organizada y, cuando advierte del riesgo de un narcoestado, procede como el ladrón que grita “al ladrón”, y señala a un inocente.
El grupo de Jesús Zambrano, hegemónico al interior del PRD, postuló también a José Luis Abarca, el alcalde de Iguala, acusado de participar en la desaparición y presunta ejecución de los 43 alumnos de Ayotzinapa, hechos perpetrados la noche del 26 de septiembre de 2014; es decir, quien condena los vinculos de políticos con organizaciones criminales, postula a cuadros perredistas pertenecientes o relacionados a la delincuencia organizada, como lo prueban los casos de Iguala y San Miguel Totolapan.