*Importadores también pueden abusar de la exención de impuestos.
De la redacción
Entre los esfuerzos del gobierno federal para frenar y revertir el acelerado aumento de precios en general y de los alimentos en particular, que daña la economía popular, otorgó grandes facilidades en trámites y exenciones fiscales para importarlos.
Como medida temporal igualmente se flexibilizaron los controles sanitarios y dejaron la regulación en manos de los propios importadores.
Analistas objetivos, profesionales y conocedores del tema están alertando sobre los riesgos de que las empresas que se comprometieron a no encarecer los alimentos básicos abusen de las facilidades y no apliquen con rigor las medidas sanitarias.
Esa posibilidad es real, tomando en cuenta el comportamiento insensible de las grandes corporaciones productoras y comercializadoras frente a las necesidades de la población, como lo prueba el encarecimiento artificial y abusos en la distribución de alimentos.
En el tema sanitario los importadores podrían optar por descuidar las medidas preventivas en materia de alimentos e insumos del ramo, si eso aumenta sus márgenes de utilidades, sin importarles la salud de los mexicanos, mientras en las exenciones fiscales podría abusar y hacer pasar como alimentos productos ajenos a este rubro, como lo hacían antes y de lo cual sabe mucho la Agencia Mexicana de Aduanas de México (AMAM).
Se les dieron muchas facilidades, y tampoco hay seguridad de que cumplirán su compromiso de no elevar los precios, como lo necesitan con urgencia la comunidad mexicana, angustiada por la carestía.