De la Redacción
Poco inteligentes y con escaso sentido común se mostraron las organizadoras del acuerdo del Observatorio de la Participación Política del Estado de México y los 8 partidos políticos que contenderán el próximo año por la gubernatura. En todos los discursos se reprobó el relegamiento de las mujeres en la política y su exclusión de los espacios de poder en los cuales se toman decisiones trascendentes.
Ninguna de las promotoras de la firma del compromiso de las organizaciones políticas para establecer la paridad de género en candidaturas a cargo de elección popular y en el próximo gabinete estatal se dio cuenta de la discriminación que estaban cometiendo en la propia ceremonia de la firma en cuestión.
De los ocho representantes partidistas firmantes, sólo una era mujer: Martha Guerrero Sánchez, dirigente de Morena, partido que es la primera fuerza electoral en la entidad, que aún no cumple 9 años de fundada y lleva 7 participando en la lucha comicial aquí. Por ser mujer y tratarse de una ceremonia que tuvo como objetivo central ponerle fin a la discriminación de las mujeres, su presencia solitaria ejemplificó a la perfección el relegó denunciado.
Para enfatizar la falta de paridad y el relego, antes que la morenista hablaron Eric Sevilla Montes de Oca, del PRI, Anuar Roberto Azar Figueroa, del PAN; Agustín Barrera Soriano, del PRD; Norberto Morales Poblete, del PT y José Alberto Couttolenc Buentello. Martha Guerrero Sáchez ocupó el turno sexto en la tribuna, en abierta contradicción con el objetivo de ponerle fin a la discriminación, exclusión y violencia política por razón de género, pues ni siquiera en este evento, la única mujer líder partidista encabezó la lista de oradores y cerró la participación de los representantes partidistas.