COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
NO TODOS LOS PRIISTAS SON CORRUPTOS: Y. SENTÍES
Tiene razón la política mexiquense Yolanda Sentíes Echeverría: la abrumadora mayoría de los priistas son honestos. Y desde esta perspectiva, resulta injusto aseverar que todos los militantes del Partido Revolucionario Institucional del Estado de México son corruptos. Se les califica sin bases sólidas, sólo por militar y votar por las siglas de una organización que ha favorecido el ascenso al poder de verdaderos hampones.
Sentíes Echeverría fue presidenta municipal de Toluca, en los tiempos en que no había equidad legal de género, y las mujeres en cargos relevantes de elección popular y administrativos eran muy pocas. Ella pudo hacer una larga e importante carrera política. Ocupó todos os cargos de elección popular que existen en el Estado de México, y formó parte de dos gabinetes estatales, además de haber participado dos veces también como aspirante a la candidatura del PRI a gobernadora.
También dirigió a las mujeres priistas del país, por lo que sabe de qué habla. En entrevista para este espacio informativo digital sostuvo que los priistas corruptos han sido poco, y que la abrumadora mayoría de la militancia es honesta y se le ofende cuando la definen como proclives a la corrupción, y que a quienes deben castigarse son los corruptos.
Es cierto que la abrumadora mayoría de priistas es honesta y que inclusive también ha sido víctima de la corrupción de sus propios correligionarios, como lo han sido casi todos los habitantes del Estado y del país, de lo que el ejemplo más escandaloso y acabado fue el de Enrique Peña Nieto, por lo cual terminó con un respaldo popular apenas ligeramente superior al 10 por ciento.
No obstante, los corruptos surgidos y apoyados en sus carreras por el PRI no han sido pocos en términos absolutos, aunque lo hayan sido en comparación los militantes del tricolor. Además, ocuparon espacios de poder desde donde de podían saquear los recursos presupuestales en forma exagerada y con impunidad, precisamente lo que condujo a ese partido, antes casi único, a la pérdida de respaldo popular y consecuentemente, a la pérdida de la presidencia de la República tres veces y 30 gubernaturas, de las cuales sólo recuperó la de Durango, por un regalo del PAN que gobernaba esa entidad federativa y le cedió la candidatura este año.
El PRI nació corrupto. Fue fundado en 1929 desde el poder, por el presidente Plutarco Elías Calles, con el nombre de Partido Nacional Revolucionario (PNR), que se transformó en Partido de la Revolución Mexicana (PRI), para finalizar con sus actuales siglas. No obstante, sus gobernantes, desde alcaldes hasta presidentes de la República y (sobre todo) gobernadores robaban (lo que estaba mal y era condenable), pero resolvían problemas colectivos y estaban cerca de la población. Hacía giras y dialogaban, inclusive convivían con sus gobernados, a quienes también recibían en los palacios de gobiernos.
Los últimos gobernantes nada más robaron y se alejaron del pueblo, no atendieron sus demandas de obras, servicios e infraestructura, y todavía colocaron barreras físicas en sus actos públicos, como lo vemos en todas partes: hay vallas metálicas para impedir que la población se acerque a los gobernantes. Con las excepciones de la regla, en una especia de “Chucho el Roto” al revés; es decir, le robaron a los pobres para darle a los ricos y para hacerse multimillonarios, lo que explica la pérdida de votantes, aunque resulta injusto calificar de corrupto a todos los priistas, proque no sólo son honestos, sino que también son víctimas de los efectos de la corrupción.