*Nunca había ocurrido en el PRI un “destape” en estos términos.
De la redacción
(Primera Parte)
En una maniobra decidida, no se sabe aún por quién, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) “destapó” a Alejandra del Moral Vela como segura candidata a gobernadora. Antes renunció a la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Social.
No sorprendió la decisión en su favor -su nombre figuró, junto el de la diputada federal Ana Lilia Herrera Anzaldo en la corta lista de dos aspirantes mujeres a esa postulación del tricolor-, sino el mecanismo, nunca antes utilizado ni presente en las modalidades electivas de candidatas y candidatos de esta jerarquía, establecidas en sus estatutos, de acuerdo con un análisis de “El Espectador”.
El tricolor puede postular candidatos a cargos de elección popular mediante los métodos de consulta a las bases, convención electoral de delegados y candidaturas de unidad, pero no mediante la figura de “coordinadora de la Defensa del Estado de México”, como ocurrió ahora. En el misterio quedó también el grupo de políticos que impuso la decisión y la insólita modalidad.
Las dirigencias estatal y nacional del PRI ni siquiera alcanzó a reunirse para acordar el método electivo de los contenidos en sus documentos básicos, porque en forma sorpresiva la ex secretaria de Desarrollo Social fue designada para “defender al Estado de México”, aunque sin precisar de qué o quiénes lo va a defender.
Al día siguiente de ese nombramiento oficializado por el dirigente estatal del priismo, Eric Sevilla Montes de Oca, la defensora del Estado de México se reunió con los exgobernadores, salvo Enrique Peña Nieto.
En la lógica de los modos y formas del priismo estatal, ese encuentro, que muchos sostienen se efectuó en el fraccionamiento San Carlos, de Metepec, debió efectuarse antes, no después de la designación de la ex alcaldesa de Cuautitlán Izcalli.
Esa junta de notables hace creíble la versión interna del PRI, en el sentido de la decisión sólo les fue informada, no consultada, ni aprobada previamente por los poderosos personajes políticos, algunos de los cuales, a juzgar por su semblante evidenciado en las fotografías difundidas, no parecían entusiasmados con la determinación tomada por alguien no dado a conocer al público.
Cuadros importantes del PRI mexiquense expresaron a “El Espectador” su confusión e incertidumbre sobre quién toma las decisiones relevantes en ese partido, gobernante en el Estado de México desde su fundación; es decir, “de quién es la mano que mece la cuna”.
Ninguno de los entrevistados consideró que esa decisión la haya tomado el gobernador Alfredo del Mazo, porque no tiene un fuerte liderazgo partidista, ni parece interesado en imponer sucesora o sucesor en el cargo… (Continuará)
