*Las elecciones en EE. UU. son siempre entre semana, por tradición.
De la Redacción
A los mexicanos les sorprende que en Estados Unidos las elecciones se efectúen un día hábil, precisamente un martes, como ocurre hoy. La verdad es que se trata de una tradición que data desde 1845, antes de que nos despojara de la mitad del territorio, y tiene que ver con cuestiones religiosas.
Ese país, desde que era colonia inglesa era muy religioso. Contrario a lo que se piensa, y en contraste con su perfil religioso actual, en estos asuntos llegaba al fanatismo, y su población de entonces anteponía los ritos a cualquier otro tema. Así, por ningún motivo dejaban de ir a misa los domingos, y menos para destinar ese día para votar.
En 1845 el extenso territorio norteamericano no estaba bien comunicado. Todavía no existía la red ferroviaria ni habían grandes ciudades fuera de la costa este. La mayoría de la gente permanecía en sus hogares y comunidades los domingos, atendiendo los servicios religiosos locales, y el traslado a los centros urbanos se daba solo entre semana, por ello decidieron que los días de las elecciones debían efectuarse precisamente entre semana. Y escogieron, quizá por superstición, que fueran el martes posterior al primer lunes de noviembre, lo cual explica que la fecha sea variable entre el 2 y el 8 de noviembre.
De acuerdo con los abundantes testimonios históricos, los electores viajaban a votar después de terminar las misas dominicales y hacían hasta dos días para llegar a los centros de votación, y aunque las condiciones en las comunicaciones cambiaron radicalmente, el martes siguiente al primer lunes de noviembre del año de elecciones se mantiene.
Cuentan que ya en este siglo un legislador propuso cambiar el martes por un domingo, pero su propuesta fue rechazada, al grado que cuando buscó la reelección casi nada más votó por él su familia. Los exagerados sostienen que ni siquiera sus parientes lo apoyaron en las urnas.