*Los estados fronterizos son clave en el fenómeno migratorio entre ambas naciones.
De la Redacción
Las elecciones de mañana en Estados Unidos por 435 miembros de la Cámara de Representantes, un tercio de los integrantes del Senado (34 senadores a elegir), 36 gobernadores, vicegobernadores, secretarios generales de gobiernos estatales, legisladores locales y alcaldes tendrán repercusiones en México y en su relación con la potencia del norte.
En especial impactarán a nuestro país los resultados de las contiendas por la totalidad de los asientos de la Cámara de Representantes, con precaria mayoría actual del Partido Demócrata, del presidente Joe Biden, y que puede quedar en manos del Partido Republicano, con la consiguiente dificultad del mandatario para gobernar los próximos dos años, y el efecto en las relaciones bilaterales de Estados Unidos con México. En el caso del Senado, los republicanos tienen clara mayoría, y las encuestas indican que pueden ampliar esa ventaja.
La otra situación vinculada con México es la elección de los gobernadores de los estados fronterizos, como Texas, Arizona, California y Nuevo México, territorios que pertenecieron a nuestro país, a quien despojaron de esos territorios en la invasión de 1847-1848.
El gobernador Greg Abbott de Texas, el republicano, ultraderechista, antimexicano, enemigo de los migrantes, del matrimonio entre parejas del mismo sexo, de las vacunas y todo programa progresista, busca su reelección, para un tercer mandato, y si logra vencer al demócrata Robert “Beto” Rourke, mantendrá esa política y posiblemente la profundizará, porque quiere ser candidato presidencia de su partido en 2024, por ello buscará atraer al abundante electorado de su misma ideología del surde los Estados Unidos.
En California, estado considerado “santuario” de los migrantes, el demócrata, el actual gobernador, Gavin Newsom, parece que no tendrá problemas para reelegirse frente al republicano Brian Dahle, y las condiciones para los mexicanos que viven y laboran en ese rico estado (su PIB es mayor al de México) no cambiarán.
En Arizona la lucha será entre la demócrata Katie Hobbs y Kari Lake, del Partido Republicano, mientras en Nuevo México la demócrata Michelle Luján Grisham buscará su reelección frente a Mark Ronchetti, del Partido Republicano.
Los cuatro estados son paso obligado de los migrantes mexicanos, centroamericanos, sudamericanos y caribeños indocumentados que buscan un mejor futuro en Estados Unidos. Los gobernantes demócratas tienen sensibilidad ante el problema, mientras los republicanos son represivos y xenofóbos, de ahí que las elecciones de mañana tendrán consecuencias, buenas o malas en México.