*Lo antecesores en el cargo, renunciaron por las fuertes presiones.
De la Redacción
Es altamente probable que los intereses criminales que hicieron renunciar a varios procuradores generales de justicia fracasen ahora frente al fiscal General, José Luis Cervantes Martínez, quien está decidido a erradicar la corrupción y la protección a delincuentes que existía y existe en el interior de la institución que encabeza. Para ello, el fiscal ha tomado medidas importantes y necesarias, como el cese de más de 360 miembros de la corporación.
La diferencia con sus antecesores, a quienes hicieron renunciar porque no resistieron las presiones de esos intereses internos y externos, es que Cervantes Martínez tiene mucho respaldo de las fuerzas armadas, por sus vínculos con el ejército mexicano, pues su padre fue nada menos que titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Las fuerzas armadas tienen fuerte espíritu de cuerpo, el cual se extiende a los familiares directos de sus miembros, el ahí que el caso de actual fiscal no es el mismo que el de Gerardo Sánchez Sánchez, ni Jaime Alejandro Gómez Sánchez u otros quienes, más que mandos máximos de la anterior Procuraduría General de Justicia del Estado de México, eran rehenes de los intereses ilegítimos o claramente delictivos creados y fortalecidos hasta convertirse en dominantes en la institución.
El cese de cerca de 360 elementos de la FGJEM es la mejor prueba de que a su titular no lo harán renunciar. Y si limpia totalmente de corrupción a esa institución, avanzará mucho en ese objetivo que demanda la sociedad mexiquense: erradicar la inseguridad.
