*Por su número, los ministros de la SCJN casi hacían mayoría calificada.
De la redacción
Ahora que el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar, muestra excesiva preocupación por los pobres encarcelados por la figura de “prisión preventiva oficiosa” muchos recuerdan el tiempo en que sólo se codeaba con los más poderosos de las clases política y económica.
Era amigo de los grandes traficantes de influencias y corruptos, con quienes convivía y se mostraba feliz, alegre, satisfecho y entre los suyos. Muchos de sus amigos tenían cuentas pendientes con la justicia y litigaban asuntos relevantes que debían resolver los ministros, con quienes disfrutaban del pan y el vino, como el propio Collado y Diego Fernández de Cevallos.
En este contexto, “El Espectador” examinó la ocasión en que el ministro Aguilar encabezó a varios de sus pares en una fiesta efectuada en un casco de hacienda del municipio de Zinacantepec, casi en las estribaciones del Nevado de Toluca.
Fue la boda de Mar Collado, hija del abogado de los Salinas de Gortari, de Enrique Peña Nieto y del en ese tiempo líder petrolero Carlos Romero Deschamps. El anfitrión fue Juan Collado, ahora preso por como presunto culpable de los graves delitos de delincuencia organizada y operación con recursos de procedencia ilícita.
La famosa boda se efectuó en mayo de 2019 y el número de los ministros de la SCJN asistentes casi formaba mayoría calificada, suficiente para declarar inconstitucional cualquier ley secundaria.
Entre los pares de Luis María Aguilar destacó Eduardo Medina Mora, quien después renunció por una investigación por presuntos descomunales actos de corrupción, que involucraron cientos de millones de pesos.
Entre otros ministros estuvo Mario Jorge Pardo Rebolledo y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, pero la figura principal entre los invitados de honor fue el ex presidente Enrique Peña Nieto, a quien el papá de la novia divorció de Angélica Rivera.
Estuvo también el actual mandatario mexiquense, Alfredo del Mazo Maza y su inmediato antecesor en el cargo y senador de lista, el oriundo de Ecatepec y ahora habitante la colonia capitalina Las Lomas de Chapultepec.
Frente a la jerarquía de los invitados a la boda de Mar Collado y Gonzalo Zabala Junco, la presencia de un cantante español, amigo personal del abogado Collado era de las menos importantes.
De acuerdo con lo que publicaron los medios informativos especializados en cubrir eventos de las élites políticas y económicas del país, revisadas por “El Espectador”, además de Peña Nieto y el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y sus ministros, convivieron en la sonada boda Manlio Fabio Beltrones, exdirigente nacional del PRI; José Narro Robles, ex secretario de Salud de Enrique Peña Nieto y ex rector de la UNAM, el ex titular de la PGR, Elías Beltrán; la senadora Claudia Ruiz Massieu; el ex titular de la SEP, Aurelio Muño y Enrique Ochoa Reza, ex director general de la CFE.
Mención aparte merecen los invitados que presuntamente eran reclamados por la justicia federal o habían sido encarcelados por presuntos asesinos y corruptos, como Raúl Salinas de Gortari. Ahí muy contentos estaban Romero Deschamps, Rosario Robles y otros personajes.
El presidente de la SCJN y del Consejo de la Judicatura entonces no mostraba preocupación por los pobres encarcelados, en algunos casos por cargos inventados o confesiones de culpabilidad arrancadas por tortura. Ahora condena la prisión preventiva oficiosa, que tiene preso a su amigo Juan Collado.