COORDENADAS POLÍTICAS
TIENE RAZÓN LA DIPUTADA CISNEROS COSS
EL EDOMÉX ES UN PARAISO PARA LOS CORRUPTOS
MACARIO LOZANO R.
No mintió la diputada local Azucena Cisneros Coss, de Morena, al señalar que el Estado de México es paraíso de la corrupción y de la impunidad. Así es, como en este espacio de reflexión se ha comentado en varias ocasiones. Mencionó que en 2008 se detectaron actos de corrupción en 5 municipios y que se reunieron elementos para que el ministerio público solicitara las órdenes de aprehensión, pero nada ocurrió. Se les dio impunidad a los alcaldes y sus tesoreros.
La crítica tiene bases y es válida, pero la corrupción y la impunidad no no data del 2008 a la fecha, sino que viene de siglos, pero se acentuó en la dictadura de Porfirio Díaz y se acentuó después del triunfo de la Revolución, que entre sus banderas no figuró, precisamente, el combate a la corrupción, porque muchos de los despué triunfadores, especialmente la casi totalidad los generales sonorenses resultaron muy corruptos.
El problema siguió y se profundizó hasta llegar a José López Portillo (1970-1976). Se pensó que la corrupción en el ejercicio del poder no podía ya ser mayor, hasta que llegó Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), que entonces rompió record, y como en el caso de López Portillo, se consideró que más corrupción pública no podía haber, porque fue demasiada, al grado de que la de López Portillo parecía juego de niños frente a la salinista.
No sospechaban la que vendría con Enrique Peña Nieto, que volvió a imponer una marca en la corrupción. Dejó la impresión de que se la pasaba pensando de qué manera sus amigos y aliados podían saquear al país, lo que explica que al final de su sexenio la aprobación ciudadana a su gobierno fuera inferior al 10 por ciento. El político oriundo de Atlacomulco había sido gobernador mexiquense.
En estas condiciones, no extraña que Cisneros Coss habla de corrupción e impunidad y coincida con nosotros en el sentido de que no hay un solo funcionario público estatal o miembros de ayuntamientos encarcelado, y que hasta ahora no se haya encontrado un sólo peso en poder de un funcionario mexiquense, que haya sido producto de la corrupción.
Todo es cierto, pero en el tema de la impunidad mucha culpa tiene la bancada legislativa de Morena, de la que Cisneros Coss es integrante distinguida, porque en el 2018 los diputados locales morenistas llegaron siendo mayoría absoluta y con sus aliados, mayoría calificada. Por lo mismo, su coordinador, Maurilio Hernández González ocupó la presidencia de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), el máximo órgano de gobierno de la Legislatura. Ganaron sus cargos con la bandera de la lucha contra la corrupción y el poderoso liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por si eso no fuera suficiente, un morenista encabezó la Comisión de Vigilancia de Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), que tiene a su cargo hacer que el gasto público estatal y de los municipios se ejerza con honestidad, racionalidad, transparencia y efectiva rendición de cuentas. No obstante, a pesar de la bandera de la corrupción, por incapacidad, ineptitud o también corrupción y complicidad y protección de los corruptos, no encontró a ninguno.
Se explica que ahora los diputados del PRI quieran proteger a la administración del gobernador Alfredo del Mazo Maza, porque son dezllmismo partido, y estamos a pocas semanas de que inicie el proceso para elegir titular del Poder Ejecutivo del Estado, pero no que los legisladores de Morena hubieran hecho lo mismo cuando tenían mayoría simple y mayoría calificada con sus aliados y encabezaba la Comisión que vigilaba el funcionamiento del OSFEM. No combatieron, sino que protegieron la corrupción, con lo que adicionalmente perjudicaron a Delfina Gómez Álvarez, porque su bandera de la lucha contra la corrupción la dejaron débil sus correligionarios diputados locales, quienes de esta forma le hicieron un gran favor al PRI. .