COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
SANTIAGO CREEL Y MAURILIO HERNÁNDEZ COINCIDEN
EN DISPOSICIÓN A DEFENDER A PRESUNTOS CORRUPTOS
El derechista y aspirante a la candidatura presidencial del PAN, Santiago Creel Miranda y el coordinador de los diputados locales mexiquenses de Morena, Maurilio Hernández González, coincidieron en expresar su disposición a defender “a capa y espada” a presuntos corruptos, correligionarios suyos.
Creel Miranda, quien fuera secretario de Gobernación de Vicente Fox Quesada, advirtió que en ningún momento permitirá que le quiten el fuero a Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, acusado de enriquecimiento ilícito y otros actos de corrupción, perpetrados supuestamente cuando gobernó Campeche.
Parece paradójico que un panista, quien toda su vida se la pasó denunciando la corrupción de los priistas, ahora esté empeñado en defender a un dirigente del PRI, precisamente, acusado de una descomunal corrupción que le permitió acumular una inmensa fortuna, imposible de reunir con ingresos lícitos. “No estamos mancos”, dijo, al adelantar que defenderá con todo al ex mandatario de campeche.
Maurilio Hernández González fue más allá y advirtió que el alcalde de Toluca, Raymundo Martínez Carbajal, se está convirtiendo en delincuente y perpetrando delitos al dar a conocer las denuncias penales que presentó contra su antecesor, el panista disfrazado de morenista, Juan Rodolfo Sánchez Gómez.
En lugar de exigir se investiguen los presuntos delitos y, si hay culpables, que se les castigue, Creel Miranda y Hernández González están convertidos en defensores y protectores de supuestos corruptos, y empeñados en que obtengan impunidad. Es decir, proceden como si existieran dos tipos de corruptos: los malos, sus adversarios; y los corruptos buenos, sus correligionarios o aliados.
Inexplicable es el caso del diputado local morenista Maurilio Hernández, quien además es presidente de la Junta de Coordinación Política de la Legislatura Local, porque milita en Morena, después de haberlo hecho durante décadas en el PRI, y porque su partido enarbola la bandera de la lucha contra la corrupción, pero en lugar de trabajar para que los corruptos, del partido que sean, terminen en prisión y devuelvan los bienes robados, amenaza a quienes denuncian a esos presuntos corruptos.
Creel Miranda, por su parte, incurre en un surrealismo político contradictorio. Como panista y durante décadas se dijo en contra de la corrupción del PRI, la denunció y condenó en todo foro y ocasión. Ahora defiende con más energía a un priista supuestamente corrupto. No solo no quiere que le quiten el fuero y así enfrente la justicia penal, sino que lo considera víctima de una campaña sucia y motivada por razones políticas.
