De la Redacción
El senador Ricardo Monreal, coordinador de sus pares morenistas y presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) en el Senado de la República, optó la tarde de ayer por su alejamiento del partido que lo llevó al cargo, al hacer suyos los argumentos de la oposición en el caso de las reformas, adiciones y abograciones a leyes electorales secundarias.
Apenas un día antes, Claudio X.González lo emplazó a definir su postura en contra de las iniciativas del presidente Andrés de Manuel López Obrador. El empresario, quien niega serlo, pero es propietario de la corporación Kimberly Clarck, es el operador político de la ultraderecha empresarial del país para la campaña contra el mandatario.
Es el verdadero jefe de los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD, y desde esas posiciones presionó a Monreal Ávila, quien ya tenía fuertes vínculos con os opositores y detractores del presidente López Obrador, para que se opusiera a las reformas en cuestión. Le obedeció y su anuncio en la tribuna en ese sentido fue aplaudido por la oposición.
Monreal Ávila es un político ambicioso y reclamaba casi como derecho natural la candidatura presidencial de Morena, y de antemano rechazó que esa postulación se decidiera mediante encuestas, mecanismo establecido en los estatutos de ese partido. Sabía que no iba a obtener el respaldo ni al exterior ni al interior de Morena, por ello comenzó a acercarse con los adversarios, inclusive enemigos de López Obrador.
Pudo guardar silencio en el debate, abstenerse de expresar su opinión, pero salió a hacer suyos los argumentos de la oposición, en una clara decantación por ésta, como refugio y posibilidad de lograr que lo postulen para presidente de la República. Dio otra y última vuelta de tuerca a sus planes de convertirse en opositor de Morena. Su descomunal ambición no le permite ver que sin el partido que lo llevó a su influyente posición senatorial nunca ganará la elección presidencial.
