*El informador ya está en contacto con las autoridades de la CDMx.
De la Redacción
En una situación por demás grave, dos sicarios intentaron ejecutar anoche al periodista Ciro Gómez Leyva, uno de los conductores de noticias por radio y televisión con mayor audiencia y televidentes en el país. De acuerdo con su información, el atentado ocurrió a las 11:10 de la noche, cuando estaba a metros de su casa.
Dos individuos que se transportaban en una motocicleta le dispararon, pero pudo salvarse porque conducía una camioneta blindada; no obstante, expuso su convicción de que trataron de quitarle la vida. La información fue escueta y dio a conocer que ya estaba en contacto con las autoridades de la Ciudad de México.
Lo ocurrido es grave porque el periodista que trabaja en Telefórmula, pero también con Olegario Vázquez Raña, en Imagen Noticia, y es uno de los más severos críticos del presidente Andrés Manuel López Obrador, de Morena y la cuarta transformación. En estas circunstancias, la oposición aprovechará el atentado para culpar a partidarios del tabasqueño.
Por obligación legal, pero también para evitar el aumento de las tensiones políticas, las autoridades competentes deben investigar, esclarecer, perseguir, capturar y castigar a los culpables y si a los autores intelectuales, sean quienes sean, si fue el caso. El atentado al periodista tiene una connotación distinta a la de otros informadores modestos, quienes no trataban temas políticos, pero cubrían la “fuente” policiaca o “nota roja” en ciudades pequeñas de los estados.
Se trata de una figura pública y deben esclarecerse igualmente los móviles del atentado, porque pudo tener igualmente el objetivo de generar un escenario delicado, para perjudicar al gobierno federal o bien que alguien hubiera pensado erróneamente que le haría un buen servicio al poder público. Debe esclarecerse el hecho también para evitar especulaciones.
Desde aquí condenamos la agresión a tiros contra Gómez Leyva, nos solidarizamos como con él y nos sumamamos a quienes exigen que el atentado no quede impune.