COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
PERDERÁ LA SCJN, POR FIN DE PERÍODO, A
UN PRESIDENTE DE LUJO: ARTURO ZALDÍVAR
Con el fin del mes y año el ministro Aeturo Zaldívar terminará su período de 4 años como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Ésta perderá a un titular de lujo, que en un corto tiempo, si no erradicó, redujo mucho los vicios que habían caracterizado a la institución, que estuvo siempre sometida a los presidentes de la República en turno, y de grandes poderes fácticos, especialmente grupos de abogados al servicio del poder fáctico y político.
En este medio digital hemos informado como los ministros de la SCJN convivían con juristas dueños de despachos caracterizados por el tráfico de influencia, de lo que la mejor prueba fue la boda de la hija de Juan Collado, en un casco de hacienda de Zinacantepec. Ahí estuvo el presidente de la Corte, Luis María Aguilar Morales, sus pares Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y varios más. Los ministros reunidos en esa fiesta eran suficientes como para declarar inconstitucionales leyes. Y convivieron fraternalmente con Enrique Peña Nieto, Alfredo del Mazo Maza, pero lo más grave es que compartieron el vino y el pan con Eruviel Ávila Villegas, Raúl Salinas de Gortari, Rosario Robles Berlanga, Carlos Romero Deschamps, Diego Fernández de Cevallos y el propio Juan Collado; es decir, con corruptos y traficantes de influncia.
Esa era la SCJN encontrada por Arturo Zaldívar, quien en su informe del pasado día 15 dio a conocer que la SCJN y el Poder Judicial en su conjunto, impartía justicia a quienes tenían dinero, era elitista, clasista, racista, con alta dosis de corrupción, nepotismo y lejana de la población de bajos ingresos.
En varias entrevistas concedidas a diversos medios antes de su cuarto y último informe, en forma indirecta se refirió a las presiones de esos intereses y poderes fácticos económicos, despachos de abogados y sus defensores en los grades medios informativos, para que asumiera una posición de opositor al presidente Andrés Manuel López Obrador, pero que no cedió y eso le ocasionó más críticas y difusión de mentiras, como esa de que la SCJN y el Poder Judicial estaba sometido al Poder Ejecutivo, cuando nunca en un sexenio se habían declarado inconstitucional tanta leyes impulsadas por los mandatarios, como en estos cuatro años.
Además, numerosos miembros de familias ocupaban plazas en los juzgados y tribunales, en claros casos de nepotismo, por lo que se hicieron 197 readscripciones de familiares, se institucionalizaron los concursos de oposición para las plazas jurisdiccionales, ya no el tráfico de influencia, ni el nepotismo.
Entre sus logros también destacó la oportunidad de ocupar plazas de magistradas y titularidades de juzgados a mujeres, que ahora tienen igualdad de género, con equidad en los concursos para ocupar esas plazas y con concursos exclusivos para puras mujeres. También habló del impulso al Instituto de la Defensoría Pública Federal, que en 4 años ha liberado a más de 44 mil procesados, mientras que en el tema de justicia federal, dio a conocer que se ha implantado en las 32 entidades federativas y que este año atedió conoció 40 mil asuntos, cuyo trámite dura entre 3 y 6 meses.
Arturo Zaldívar fue el primer presidente de la SCJN en visitar un enal. Estuvo y se reunió con mujeres presas en el reclusorio femenil de Santa Martha, y en poco tiempo 9 féminas recuperaron su libertad y continúan trámites para muchas más, para ese fin.
En la primera sesión de la SCJN de enero próximo se elegirá su sucesor o sucesora, pero definitivamente será difícil que haga lo que hizo Zaldívar, quien por no asumir posiciones opositoras frente al mandatario López Obrador, como sí lo hace abiertamente Lorenzo Córdova en el INE, fue víctima de campañas de calumnias en los medios informativos.
