*El problema se confirmó con el caso de extorsionadores de transportistas.
De la redacción
La captura en Toluca de una mujer de nombre Abigaíl ”N”, involucrada en las extorsiones a empresarios del ramo transportistas del Valle de Toluca, por órdenes del jefe de una banda de extorsionadores y secuestradores puso de manifiesto una vez más el problema de la incapacidad de las autoridades para someter a la ley a delincuentes, aun teniéndolos presos.
No tranquiliza saber que si el gobierno es incapaz de controlar a los delincuentes que tiene en sus penales, porque indica que menos capacidad tiene para someter a los que andan libres, agraviando a la población pacífica.
En las cárceles mexiquenses del Valle de México los delincuentes peligrosos, jefes de células criminales siguen delinquiendo y ordenando a sus cómplices que operan en libertad secuestrar, vender drogas, extorsionar, quemar vehículos del transporte público a líneas que no pagan “derecho de piso” y ejecutar a empresarios reacios a cubrir las cuotas que los criminales llaman “de protección”.
Se descubrió igualmente que la mayor parte de las extorsiones telefónicas se hacen desde penales mexiquenses, por parte de bandas de delincuentes presos, con complicidad de autoridades, porque las llamadas telefónicas no podían salir de las cárceles, porque éstas cuentan con inhibidores de señales telefónicas y sólo con el apoyo de mandos de los reclusorios puede interrumpirse el mecanismo citado.
En el caso de Abigaíl “N”, al ser detenida conduciendo un vehículo utilizado en la acción de quema de un autobús en Toluca, confesó que su pareja sentimental, conocido como “El Chucky”, ordena desde el penal de Santiaguito las extorsiones al transporte.
Dirigentes del autotransporte dieron a conocer a la Secretaría de Seguridad del Estado que suman ya 12 sus unidades las dañadas por los extorsionadores en el Valle de Toluca, para presionar a los empresarios de la actividad a fin de que cedan a las exigencias de pago de cuotas.
Uno de los transportistas denunció en una reunión con jefes policiacos que él ha sido amenazado de muerte por criminales organizados que se dedican a extorsionarlos y que ahora se sabe son dirigidos desde la cárcel.
“El Chucky” está preso y con una larga sentencia condenatoria por secuestro, lo cual indica que su banda criminal también ejecuta este tipo de delitos en esta región del Valle de Toluca, aunque se ignoraba que también en esta zona se quemaran unidades del transporte público. Lo grave es que los jefes criminales siguen delinquiendo de las cárceles mexiquenses.
Los daños a unidades se conocieron por lo ocurrido el día 8 de este mes en San Pedro Totoltepec, donde incendiaron un autobús por órdenes del delincuente preso, para cuya acción se utilizó un vehículo que conducía la detenida Abigaíl “N”.