*Tensa la relación entre las naciones en este momento.
De la redacción
México recibió esta mañana a la familia del depuesto presidente peruano Pedro Castillo, quien continúa preso, mientras se arregla lo de su libertad y salida al exilio, en nuestro país, para reunirse con su esposa e hijos.
El gobierno mexicano le dio asilo a la esposa del mandatario de Perú, la señora Lilia Paredes Navarro y a sus hijos menores de edad, Arnold y Alondra Castillo Paredes, quienes estuvieron unos días en la embajada de México en Perú, con sede en Lima, hasta que el nuevo gobierno de Dina Boularte les dio los salvoconductos.
La familia del destituido mandatario peruano es gente humilde, acordé con la profesión de maestro rural de Pedro Castillo. Su ropa es modesta, lo cual ilustra muy bien su condición de personas de bajos ingresos, y hace increíble la acusación de que Lilia Paredes Navarro formaba parte de una banda delictiva dedicada a la corrupción.
Hasta esta tarde no había regresado al país el embajador mexicano en Perú, Pablo Monroy, quien ha sido víctima de trato grosero por parte de las autoridades del país andino, quienes lo consideraron persona “non grata” y le dieron 72 horas para abandonar Perú, lo cual ha tensado más la de por sí difícil relación de ambos países, como consecuencia de la destitución y encarcelamiento de Pedro Castillo.
