*Los títulos de Messi no los pudo ganar Pelé, porque no jugó en Europa
De la redacción
Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido como “Pelé”, dejó de existir el 29 de diciembre a los 82 años, en un hospital de Sao Paulo Brasil. La muerte se llevó al futbolista más completo de todos los tiempos, quien a los 17 años en 1958, cuando no cumplía 18 años, condujo a su selección a ganar la copa del mundo, en Suecia.
Ya en el campeonato Mundial Qatar 2022, cuando Lionel Messi ganó su primer torneo de esta jerarquía, se alzaron voces de presuntos expertos en el tema, que colocaban al capitán de la selección argentina por encima de Pelé.
No se pondrán de acuerdo, porque unos emplean para el análisis comparativo los títulos ganados en sus equipos y en sus selecciones. Y en esto Messi lleva ventaja, porque Pelé no pudo haberlos ganado, por la sencilla razón de que no jugó en los torneos de las ligas europeas, pero un futbolista puede ser grande, aunque no obtenga muchos títulos, pues conseguir copas en el futbol depende también de los compañeros de equipo y del rival.
En cuanto al tema de las cualidades físicas y mentales, no hay dudas de que Pelé no tiene igual. Fue completo: potencia, técnica, visión de campo, dominio del juego de conjunto, letal en los remates por aire y con las dos piernas.
Estas virtudes futbolísticas no las tuvo Diego Armando Maradona, otro jugado fuera de serie, ni las tiene Messi, y las tuvo en menor medida Cristiano Ronaldo, antes de que se enfermara de covid-19.
Maradona fue hábil en extremo, pero sólo con la pierna izquierda. No era lo mismo con la derecha y para nada sabía cabecear. Son las mismas limitaciones que tiene Lionel Messi. No pueden llamarse futbolista completo si no juegan bien con las dos pierna y no sabe anotar goles con la cabeza, ni es potente.
Pelé tiene su lado oscuro fuera de la cancha: fue criticada su indiferencia frente a las dictaduras sangrientas que sufrió su país cuando él estaba en el apogeo de su carrera, y su decisión de hacer campaña en favor de Estados Unidos como sede del Mundial, que también buscaba Brasil, pero esto nada tiene que ver con su condición de futbolista en las canchas.
No es causal que su rostro sea el tercero más reconocido del mundo, sólo atrás del de Cristo y el del Ché Guevara. Diplomáticos brasileños cuentan que cuando llegaban a representar a su país en alguna nación africana, mencionar la palabra Brasil era sinónimo de Pelé. Todos conocían y sabían de Pelé, aunque tuvieran idea de dónde quedaba el país sudamericano.