*Los que se jubilan duran hasta dos años para poder cobrar su primera pensión
De la redacción
El problema del gasto en pensiones se agrava en el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM), por el alto número de jubilados y su aumento a ritmo acelerado.
De acuerdo con información del organismo, al finalizar el año 2022 este segmento rozó los 70 mil, y se incrementa aña a año, por lo que su porcentaje en relación con los servidores públicos activos también aumenta mucho.
Jubilados y pensionados, a su vez, padecen discriminación en sus ingresos, especialmente quienes fueron empleados administrativos o de intendencia, pues de acuerdo con información de Everardo López Pérez, quien fue líder de la burocracia estatal y municipal, muchos de sus compañeros reciben pensiones de hambre.
Aunque parezca mentira, todavía existen ex servidores públicos que no llegan a cobrar dos mil pesos mensuales de pensiones, según la in formación de quien ahora forma parte de la directiva de los jubilados y pensionados.
El sistema pensionario presenta serios problemas, que crecen cada año, porque los ingresos por cuenta no alcanzan a cubrir las erogaciones; es decir, es ya deficitario y la reforma de 2005, con alza de las aportaciones de los empleados fue insuficiente. Quienes se jubilan llegan a esperar hasta dos años para recibir su primer mes de pensión, faltan médicos generales y especialistas, enfermeras y medicamentos.
El respaldo instituiional a las actividades de la Unión de Pensionados y Pensionistas fue suspendida. Les quitó varias instalaciones donde hacía acondicionamiento físico y se impartían diversos talleres y cursos.
El problema del organismo es que autoridades malversaron los recursos del fondo pensionario en los primeros 30 años. En lugar de acumularlos e incrementarlos con los intereses sobre intereses, lo descapitalizaron y ahora opera ya con déficit.
La Legislatura Local tiene en estudio una iniciativa para buscarle una salida a la profunda crisis del ISSEMYM, que además incurrió en el error de proporcionarle atención médica a personal de los Cuerpos de Seguridad Auxiliar del Estado de México (CUSAEM), que opera como empresa privada y con licencia colectiva paa portación de arma del gobierno estatal.
A pesar de sus cuantiosos ingresos derivados de la prestación de servicios de seguridad privada, CUSAEM dejó de cubrir cuotas, hasta acumular una deuda cercana a los 5 mil millones de pesos con el ISSEMYM, que nadie se interesa en pagar, lo que aumenta la gravedad de la crisis.