*Abatieron a presunto líder de La Familia Michoacana y a 4 más del grupo
De la redacción
La delincuencia organizada que controla el universo criminal en la región sur del Estado, fue severamente golpeada en los últimos días del año pasado. Perdió miembros, incluyendo a un presunto dirigente de célula criminal.
Fuerzas federales y estatales, en dos acciones distintas en Zacualpan y Coatepec Harinas, los días 27 y 30 de diciembre abatieron a cinco presuntos malhechores y detuvieron a 4 más, en lo que parece la intensificación del combate a grupos criminales que dominan en los municipios sureños.
El mayor golpe fue asestado a la Familia Michoacana el 27 de diciembre, cuando al repeler una agresión a tiros elementos del Ejército y la Guardia Nacional eliminaron a un grupo de supuestos integrantes del crimen organizado.
Se informó oficialmente que entre las tres bajas al grupo delictivo figuró Alberto Romero Pérez, conocido como “La Macrina”, jefe regional de plaza en Zacualpan, Texcaltitlán y otros municipios limítrofes con Guerrero.
El enfrentamiento ocurrió, precisamente, en la carretera que une a los dos municipios, en territorio del primero. Tres individuos que formaban parte del grupo fueron detenidos y había indicios de que al menos otro más huyó herido.
“La Macrina”, cuya baja no ha sido confirmada por familiares, era de los objetivos prioritarios de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), por considerársele uno de los principales generadores de violencia en el sur, por lo que ofrecía una recompensa de 500 mil pesos por datos que permitieran su captura.
En la segunda acción, ocurrida en Coatepec Harinas, la Guardia Nacional y otras fuerzas federales respondieron a un ataque de presuntos miembros de la misma Familia Michoacana y capturaron a otro supuesto halcón.
En ese municipio en mayo del 2021 policías de la FGJEM y de la Secretaría de Seguridad estatal fueron emboscados y masacrados presuntamente por la misma organización criminal: trece elementos policiacos perdieron la vida.
Esa masacre de policías del Estado dejó la impresión de que la delincuencia organizada actuaba con mucha confianza e impunidad en la región sur del Estado de México, en una franja de la Tierra Caliente que comparte con Guerrero y Michoacán.