*Gubernatura quedará en manos de una política del VC-T. *Van alianzas.
De la redacción
Delfina Gómez Álvarez, por Morena; y Alejandra del Moral Vela, por el PRI, son precandidatas únicas a la gubernatura, y la primera inició oficialmente el sábado su precampaña como tal; la segunda lo hará el 18 de este mes. Y gane quien gane, la titularidad del Poder Ejecutivo quedará en manos de alguien del Valle de México, de acuerdo con un análisis de “El Espectador”. Y ambas son apoyadas por alianzas.
Poco se reflexiona, pero el desenlace de la lucha interna del PRI estatal por la postulación marcó el debilitamiento, al interior de ese partido, del grupo Atlacomulco, pues no puede sostenerse, con bases, que del Moral Vela -por su oriundez e intereses políticos y económicos que representa- sea de ese grupo.
El arranque de la precampaña de Gómez Álvarez congregó en Toluca a gran parte de la clase política y gobernante de Morena: la dirigencia nacional partidista que encabeza Mario Delgado, senadores, diputados federales, legisladores locales, alcaldes y cuadros morenistas del Estado. Los discursos fueron severas críticas a los resultados ofrecidos a los mexiquenses por el PRI en 94 años, que según la oradora y oradores son: pobreza, miseria, estancamiento económico, corrupción, impunidad, inseguridad pública y abandono al pueblo.
En su momento, Gómez Álvarez se convertirá en una candidata con mucho respaldo político de la cuarta transformación, con altas posibilidades de ganar la gubernatura el 4 de junio, (poco más de 5 meses y medio) de acuerdo con los resultados sobre intención del voto difundidos en medios informativos opositores a Morena.
La precandidata del Moral Vela partirá su lucha por conservar la gubernatura para su partido con mucha desventaja. Y no solo por el amplio apoyo que tienen las causas de la cuarta transformación en suelo mexiquense, sino, como en los espacios de opinión de “El Espectador” se ha sostenido, por el deseo de cambio de partido, expresado por los votantes. Y ese deseo de cambio lo capitalizará Morena.
Llama poderosamente la atención que los analistas políticos de los grandes medios informativos nacionales examinen los resultados de las encuestas simplemente desde la intención del voto a favor de las precandidatas, partidos y coaliciones e ignoren lo del interés por cambiar de partido y los negativos del PRI: el 80 por ciento, en promedio, confiesa que jamás votaría por esas siglas.
Las condiciones electorales del priismo son diferentes y más desventajosas a las de hace 6 años, cuando estuvo a punto de perder la gubernatura, y si en el 2017 se pensaba que si llegaba a perder constituiría una gran sorpresa, ahora en el 2023 la sorpresa será si la mantiene en su poder y alcanza el siglo en el poder estatal.
Gómez Álvarez tendrá absoluta libertad de criticar el desempeño del gobernador Alfredo del Mazo Maza, el referente en la campaña, y tendrá mucha tela de donde cortar, y en ello coincidirá tal vez con la mayoría de los votantes, mientras del Moral Gómez se verá obligada a defenderlo, en otra de sus muchas desventajas. Además, su origen en el Valle de México la asocia con Eruviel Ávila Villegas, el peor gobernador del Estado en al menos los últimos 75 años. Y ahora, a diferencia del 2021, los malos alcaldes y alcaldesas son del PRI y del PAN, no de Morena. En este contexto iniciaron, con optimismo, sus precampañas la morenista y la priista.