*Elevar e integrar la productividad del continente americano y bienestar, la meta.
De la redacción
Más allá de los temas propios del TEC-MEC, la Décima Cumbre de Líderes de América del Norte se caracterizó por la cordialidad, respeto y coincidencia de los presidentes Andrés Manuel López Obrador, de México; Joe Biden, de Estados Unidos; y Justin Trudeau, Primer ministro de Canadá, sobre cooperación económica, enfoque humanista a la migración y a sus causas, energías limpias, desarrollo y bienestar.
De la misma forma estuvieron de acuerdo en el combate coordinado al tráfico de drogas, especialmente de fentanilo y que el problema debe atacarse desde sus causas: la falta de oportunidad de desarrollo de los jóvenes enrolados en actividades criminales.
La Cumbre, concluída la tarde del 10 de este mes, en la capital mexicana, aprobó la propuesta que impulsa el presidente López Obrador desde hace un tiempo: la integración económica de las naciones del continente americano, con la elevación de la productividad y competitividad, para enfrentar la competencia comercial de los países de otras regiones del mundo, particularmente asiáticos.
Esa iniciativa mexicana fue adoptada y, para ello, se creó una comisión especial de 12 miembros, cuatro por cada país, para examinar la viabilidad de la misma. Se trata de funcionarios de alto nivel de los gobiernos mexicano, estadounidense y canadiense.
Por México integrarán el grupo de estudios los secretarios Marcelo Ebrad, de Relaciones Exteriores; Rogelio Ramírez de la O, de Hacienda, Raquel Buenrostro, de Comercio; y como empresario independiente, Alfonso Romo, ex enlace del Poder Ejecutivo con la iniciativa privada.
También prosperó la propuesta mexicana de condenar el intento de desestabilización y de golpe de estado contra el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, por parte de ultraderechistas seguidores del ex presidente Jair Bolsonaro, y de respaldo a la democracia y a la voluntad popular de los pueblos.
Los tres mandatarios coincidieron en calificar a la Cumbre de útil para reforzar y profundizar la cooperación económica de sus países, y en considerar que el respeto, la cordialidad, amistad y disposición a los acuerdos caracterizó el diálogo entre los líderes de las tres naciones.
Joe Biden fue el primero en sostener una reunión bilateral con el presidente López Obrador, mientras Trudeau se quedó en la capital mexicana hasta el día siguiente de concluida la Cumbre, para efectuar igualmente una reunión bilateral y tratar con el mandatario mexicano asuntos bilaterales, especialmente de las inversiones canadienses en México y señaladamente en el sector eléctrico.
En la Cumbre, precisamente, se trató el tema de los “minerales críticos”, como se conoce al tipo de los cuales incluyen al litio, en cuya exploración y explotación quieren participar empresas de Canadá y Estados Unidos, pero por ley esas actividades están reservadas al Estado Mexicano.